Este evento se está celebrando estos días en IFEMA y cuenta con la participación de 416 alumnos de 101 centros educativos de la región.
El consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana, ha visitado la jornada de pruebas y ha destacado la importancia de este certamen como plataforma para que los jóvenes muestren las habilidades adquiridas durante su formación. "Este concurso no solo visibiliza la excelencia de la Formación Profesional, sino que también se convierte en un punto de encuentro entre estudiantes, profesores y profesionales del sector", ha afirmado Viciana.
Pruebas en 33 modalidades diferentes
En esta edición de MadridSkills, los participantes se enfrentan a pruebas en 33 modalidades diferentes, lo que marca un récord para la competición. Este año se han incorporado cinco nuevas modalidades: Mecatrónica, Emergencias Sanitarias, Farmacia y Parafarmacia, Sistemas Robóticos Integrados y Tecnología de Vehículos Pesados. De esta forma, se amplía la oferta y se da respuesta a la creciente demanda de habilidades técnicas en sectores clave.
Especialidades en competición
Entre las especialidades en las que los estudiantes compiten se encuentran disciplinas como Animación 3D y juegos, Cocina, Diseño mecánico-CAD, Estética, Soldadura, Tecnología del automóvil, TIC y muchas más. Los jóvenes de entre 16 y 21 años que se encuentran matriculados en el curso 2024/25 en centros educativos de la región participan en el certamen, con 78 centros públicos, 11 concertados y 12 privados presentes.
Ganadores MadridSkills
Los ganadores de MadridSkills tendrán la oportunidad de representar a la Comunidad de Madrid en el campeonato nacional SpainSkills, una competición que se celebra en años alternos con las pruebas autonómicas. Los seleccionados en el certamen nacional darán el siguiente paso en el certamen europeo EuroSkills, y los mejores llegarán al Mundial WorldSkills, donde se disputan los títulos internacionales en las distintas especialidades.
La participación en MadridSkills no solo es un reflejo del talento y la dedicación de los estudiantes madrileños, sino también un indicador del creciente valor que tiene la Formación Profesional en la región, una formación clave para el desarrollo económico y la competitividad en un mercado laboral global cada vez más exigente.
