El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, han alcanzado este domingo un hito negativo en la política española: un año completo sin comunicarse directamente. Desde su última reunión el 22 de diciembre de 2023, los líderes del PSOE y el PP no han intercambiado ni una sola palabra fuera de los reproches habituales en las sesiones de control parlamentario.
Una relación rota
El último encuentro entre ambos, celebrado hace un año en el Congreso de los Diputados, parecía augurar una mejora en las relaciones. En aquella ocasión, acordaron reformar el artículo 49 de la Constitución para sustituir el término "disminuido" por "persona con discapacidad" y reactivar las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con la supervisión de la Comisión Europea.
Sin embargo, la situación actual no podría ser más distinta. No hay llamadas, reuniones informales, ni siquiera saludos protocolares en los actos oficiales. Ambas partes mantienen una postura de confrontación absoluta, agravada por las tensiones políticas y personales de los últimos meses.
Acusaciones cruzadas
El desencuentro se ha intensificado por una serie de episodios que han alimentado el clima de desconfianza:
- El caso Koldo: Desde Moncloa, censuran que Feijóo haya respaldado las acusaciones del presunto comisionista Víctor de Aldama.
- La citación de Begoña Gómez: El PP madrileño convocó a la esposa de Sánchez a una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, un gesto que irritó profundamente al Ejecutivo.
- La tragedia de la DANA: Feijóo criticó que Sánchez no lo llamara para informarle sobre los estragos de la catástrofe, que dejó 231 fallecidos.
- Candidatura de Teresa Ribera: La oposición del PP europeo a la candidatura de la exvicepresidenta al Ejecutivo comunitario fue interpretada como un ataque político directo por parte del Gobierno.
Comparaciones históricas
Aunque otros mandatarios han tenido periodos de distanciamiento, el caso de Sánchez y Feijóo es excepcional por la ausencia total de diálogo. Por ejemplo:
- José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy estuvieron año y medio sin reunirse entre 2008 y 2010, pero mantuvieron contacto telefónico en momentos críticos.
- Felipe González y Manuel Fraga se reunían mensualmente, incluso en medio de tensiones políticas.
- Mariano Rajoy y Pedro Sánchez celebraban al menos un encuentro anual durante la etapa del popular en La Moncloa.
Un escenario sin salida
El último desencuentro público se produjo en los actos del Día de la Constitución, donde Sánchez y Feijóo ni siquiera se saludaron. Desde el PSOE, acusan al PP de “dedicarse a bloquear y frenar todas las iniciativas” en el Congreso. Por su parte, Feijóo afirma que Sánchez está “destruyendo” la Constitución al impulsar la amnistía a los líderes del procés y al actuar con lo que considera “sumisión” a los votos del independentismo.
La legislatura más tensa
La ruptura entre Sánchez y Feijóo refleja la creciente polarización política en España, donde la falta de diálogo entre los principales líderes amenaza con dificultar la gobernabilidad y exacerbar las tensiones sociales. A día de hoy, ninguna de las partes muestra intención de acercar posiciones, consolidando un ambiente de enfrentamiento que no tiene precedentes en la historia democrática reciente.