La región latinoamericana experimenta un ligero repunte inflacionario en marzo de 2025, tras varios meses de descenso, según recoge el informe Claves Latinoamericanas elaborado por ATREVIA. Este giro económico coincide con crisis políticas, reformas legislativas paralizadas, elecciones en ciernes y tensiones sociales en diversos países, lo que sitúa a la región en un punto de inflexión.
En Brasil, el aumento en el coste de la electricidad y los alimentos ha afectado la popularidad del presidente Lula da Silva, que registra su índice más bajo en tres mandatos. La inflación interanual se sitúa en 5,06%, mientras el Gobierno intenta incentivar la inversión industrial para estimular la economía.
Argentina, por su parte, se enfrenta a un escándalo político y financiero con la criptomoneda $Libra, que ha provocado un desplome de la popularidad de Javier Milei. Aunque la inflación interanual bajó al 66,9%, la pobreza y el desempleo en Buenos Aires muestran una tendencia preocupante.
En Colombia, el presidente Petro lidia con baja aprobación y bloqueo legislativo, especialmente en reformas laborales y de salud. Aunque el PIB creció un 1,7% en 2024 y se espera un aumento del 2,6% en 2025, la inflación repuntó hasta el 5,28%.
Perú destaca como uno de los países más estables, con previsiones de crecimiento del PIB del 4% para 2025, gracias al impulso en minería, infraestructura y confianza empresarial. El país mantiene también un buen desempeño en inclusión financiera y acceso a Internet, aunque con persistentes desigualdades.
En Chile, la política se ve sacudida por múltiples dimisiones ministeriales por corrupción y una inflación que alcanza el 4,7% interanual. Las elecciones presidenciales de noviembre anticipan un escenario fragmentado.
México, aunque afectado por tensiones comerciales con Estados Unidos y la imposición de aranceles al aluminio y acero, mantiene estabilidad cambiaria y una fuerte atracción de inversión extranjera, que alcanzó los USD 36.872 millones en 2024.
Uruguay, bajo la reciente presidencia de Yamandú Orsi, enfrenta desafíos como el déficit fiscal del 4,4% del PIB, pobreza infantil y problemas de competitividad, aunque mantiene la inflación dentro del rango meta.
En el ámbito internacional, la Unión Europea y América Latina refuerzan su cooperación en seguridad y comercio, con una hoja de ruta conjunta contra el crimen organizado y ajustes en las políticas agrícolas que podrían impactar negativamente las exportaciones latinoamericanas.
El informe concluye que, si bien hay señales de recuperación económica en algunos países, el riesgo de retroceso político y social debido a la inflación, los escándalos y la polarización, podría frenar el crecimiento en 2025 si no se toman medidas estructurales y se avanza en las reformas pendientes.