El Gobierno español ha reiterado este jueves su compromiso con la OTAN, asegurando que con el 2,1% del PIB destinado a defensa, España cumple con los compromisos asumidos con la Alianza, pese a que el acuerdo final de la Cumbre de La Haya apunta a un objetivo común del 5% del PIB en gasto militar antes de 2035.
La portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Pilar Alegría, defendió en una entrevista en TVE, recogida por Servimedia, que “España es un socio serio y fiable” dentro de la OTAN. En este sentido, desdramatizó las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien insinuó la posibilidad de represalias comerciales si España no aumenta su gasto en defensa.
“Vamos a cumplir con nuestros compromisos y las capacidades que establecimos el 5 de junio”, subrayó Alegría. “Todos los socios lo saben”.
La portavoz del Gobierno insistió en que el 2,1% comprometido es una cifra suficiente para alcanzar los objetivos operativos de la Alianza y que fue negociada y aceptada por el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Alegría enfatizó que “más allá del tono” utilizado por Trump, lo importante es “centrarse en los hechos”, que en su opinión demuestran el compromiso firme de España con la defensa colectiva.
Respuesta a las amenazas comerciales
Respecto a las declaraciones de Trump, que amenazó con doblar aranceles a productos españoles como castigo por el “incumplimiento”, Alegría restó importancia a lo que considera “retórica habitual” del expresidente republicano. “El contacto diplomático entre Estados Unidos y la Unión Europea es fluido y basado en la normalidad”, afirmó.
Además, subrayó que Estados Unidos tiene a Europa como su principal socio comercial, lo que haría muy improbable una ruptura del marco común por una diferencia puntual con un solo país miembro. En esa línea, recordó que los acuerdos comerciales entre EE.UU. y la UE no se negocian bilateralmente con los Estados miembros, sino a través de las instituciones europeas, lo que dificulta cualquier intento de represalia comercial directa contra España.
El contexto: presión externa y división interna
Las palabras de Alegría llegan tras la cumbre de la OTAN en La Haya, donde España fue el único país en desmarcarse abiertamente del compromiso de elevar el gasto militar al 5% del PIB. Mientras que el resto de aliados han aceptado el objetivo como meta para 2035, Pedro Sánchez defendió que España ya hace su parte con el 2,1%, y que aumentar ese esfuerzo sería “desproporcionado” e “incompatible con el modelo social del país”.
La postura del Gobierno ha desatado una tormenta política tanto dentro como fuera de España. En el plano nacional, Podemos y otras fuerzas de izquierda han acusado al Ejecutivo de “traicionar” sus principios por suscribir el marco del 5%, mientras que el Partido Popular sostiene que Sánchez “miente” al país y ha firmado un compromiso que no piensa cumplir.
En el plano internacional, Donald Trump ha cargado duramente contra Sánchez, calificando su actitud de “tremenda” y acusando a España de “ser el único país que no quiere pagar”. Ha anunciado medidas comerciales si el Gobierno español no da marcha atrás, una amenaza que ha puesto en alerta a sectores económicos y diplomáticos.
Firmeza en el 2,1% y confianza en la UE
El Ejecutivo mantiene su apuesta por el 2,1% como cifra “realista y suficiente”, e insiste en que la seguridad colectiva no solo se mide en porcentajes presupuestarios, sino también en capacidades concretas y despliegue militar, recordando que España mantiene casi 3.000 efectivos en misiones de la OTAN.
De momento, el Gobierno de Pedro Sánchez no prevé modificar su hoja de ruta presupuestaria, aunque la tensión internacional seguirá latente mientras persista el desacuerdo con Washington. El pulso entre realismo económico y presión geopolítica marcará buena parte de la agenda internacional del Ejecutivo en los próximos meses.