El compromiso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la OTAN de alcanzar un gasto en Defensa equivalente al 2% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2029 sigue generando polémica. Según los últimos datos publicados por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), correspondientes al periodo hasta abril de 2025, el esfuerzo presupuestario en materia de Defensa está aún muy lejos del objetivo comprometido con los aliados.
En concreto, los créditos definitivos asignados a Defensa alcanzan los 16.835 millones de euros, lo que representa un aumento del 21,2% respecto al año anterior. Sin embargo, esta cifra apenas supone el 0,98% del PIB estimado, menos de la mitad de lo necesario para llegar al 2% prometido.
Más aún, si se analiza el gasto real ejecutado, medido a través de las obligaciones reconocidas —es decir, los pagos efectivamente realizados—, el porcentaje es todavía menor: solo el 0,16% del PIB, lo que refuerza las dudas sobre el cumplimiento real del compromiso asumido con la Alianza Atlántica.
Discrepancia entre el discurso y los datos
La diferencia entre los anuncios políticos del Gobierno y las cifras publicadas por organismos oficiales ha reavivado el debate sobre la transparencia y la credibilidad de la política de defensa española. Mientras Sánchez defiende públicamente el alineamiento de España con los objetivos de la OTAN, los datos de ejecución presupuestaria sugieren lo contrario.
Para alcanzar el 2% del PIB, el presupuesto de Defensa debería superar los 33.500 millones de euros anuales, prácticamente el doble de lo actualmente comprometido. Desde Moncloa no se ha hecho aún ninguna aclaración respecto a cómo se alcanzará esa cifra antes de la fecha límite de 2029.
Contexto internacional y presión aliada
La presión dentro de la OTAN para que todos los países miembros alcancen el umbral del 2% se ha intensificado desde la guerra en Ucrania y el cambio en la doctrina estratégica de la Alianza. Estados Unidos y varios aliados europeos, como Polonia o los países bálticos, ya han superado ese porcentaje, mientras que otros como Alemania han anunciado incrementos históricos en sus presupuestos de defensa.
En este contexto, España aparece rezagada tanto en cifras absolutas como en términos relativos, y los informes de organismos internacionales como el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) o el propio cuartel general de la OTAN en Bruselas han llamado la atención sobre el desfase español.
Oposición: “Un engaño institucional”
Desde la oposición, varias voces acusan a Sánchez de “engañar” a los socios internacionales. El eurodiputado del Partido Popular y exministro de Defensa, José Manuel García-Margallo, ha calificado de “incoherente” el discurso del presidente y ha pedido “explicaciones claras y comprometidas” sobre cómo se alcanzará el objetivo del 2%.
Además, grupos de expertos en geoestrategia y seguridad nacional advierten que el desfase no solo pone en entredicho la fiabilidad internacional de España, sino que también compromete su capacidad operativa en misiones internacionales y su preparación ante nuevas amenazas.