La clase política española ha reaccionado con una mezcla de preocupación y firme llamamiento a la contención diplomática tras el ataque de Estados Unidos contra infraestructuras nucleares en Irán, que ha supuesto un giro crítico en el ya tenso escenario geopolítico de Oriente Medio. La excepción ha sido Vox, que ha calificado la operación como una “gran noticia”, alineándose abiertamente con la acción militar estadounidense.
El portavoz adjunto de Vox en el Congreso, José María Figaredo, ha justificado este posicionamiento asegurando que el bombardeo frena el desarrollo nuclear de lo que considera “una teocracia terrorista”. “Llevan décadas subvencionando el terrorismo internacional. Es una gran noticia que se les corte la posibilidad de tener armas nucleares”, declaró Figaredo.
Críticas desde la izquierda y advertencias por el riesgo de escalada
Desde la izquierda, Podemos ha criticado duramente la actitud del Gobierno de España, acusándolo de tibieza por no condenar el bombardeo y limitarse a pedir contención a Irán. La eurodiputada Irene Montero ha lamentado que “España pida moderación al país agredido y no al agresor”, calificando el ataque como “una agresión contraria al derecho internacional que acerca al mundo a una tercera guerra mundial”.
En una línea similar, Sumar ha emitido un comunicado oficial tildando el bombardeo de “crimen de guerra”, reclamando que la comunidad internacional actúe para frenar la escalada bélica.
PP y PSOE apuestan por la vía diplomática
Por su parte, el Partido Popular ha respaldado el llamamiento a la desescalada hecho por su líder, Alberto Núñez Feijóo, y por la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas. La vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Fúnez, ha señalado que la prioridad debe ser “recobrar la vía de la diplomacia” y frenar los programas de armamento nuclear que amenazan la estabilidad regional.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado su postura de no comprometer el equilibrio internacional con acciones unilaterales, y fuentes del Ejecutivo han insistido en que España apoya una solución política al conflicto. El presidente catalán, Salvador Illa, también ha reclamado “una mesa de negociación” y el fin inmediato de las hostilidades.
Clima internacional: creciente preocupación
La comunidad internacional ha reaccionado con inquietud. Mientras Irán ha advertido que el ataque marca el inicio de una “peligrosa guerra”, Estados Unidos ha defendido su intervención como un acto de defensa preventiva ante un supuesto avance inminente del programa nuclear iraní.
Las tensiones entre Irán, Israel y Estados Unidos se encuentran en uno de sus puntos más críticos en años. Varios analistas coinciden en que el riesgo de un conflicto regional a gran escala está en aumento.
En este contexto, el conjunto de partidos políticos en España —salvo Vox— coinciden en la necesidad urgente de frenar la escalada, garantizar la estabilidad internacional y retomar la vía diplomática como única solución sostenible.