El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, aseguró el pasado 23 de enero que el Gobierno tenía garantizados los votos necesarios para aprobar el decreto ómnibus, incluyendo el respaldo de Junts. Sin embargo, días después, la portavoz del partido independentista, Míriam Nogueras, desmintió rotundamente esa afirmación, asegurando que el Ejecutivo "no ha negociado ni una coma" con ellos.
La controversia alcanzó su punto álgido el 29 de enero, cuando, ante las preguntas sobre si había mentido, Bolaños evitó desmentirlo y admitió que en las negociaciones 'se dicen cosas' que no siempre se repetirían en otras circunstancias. Finalmente, el ministro zanjó el asunto con una respuesta que no disipó las dudas: "Lo importante es que el decreto está aprobado”.
Un compromiso que nunca existió
En su declaración del 23 de enero, Bolaños aseguraba que el Gobierno contaba con una mayoría de 179 votos para aprobar el decreto, lo que implicaba el apoyo de Junts. Pero cinco días después, el 28 de enero, Nogueras negó categóricamente ese supuesto acuerdo:
“Totalmente, absolutamente falso. El Partido Socialista y Sumar no han negociado ni una coma de este real decreto con nosotros”, afirmó la portavoz de Junts.
Este cruce de versiones dejó en evidencia que el Gobierno podría haber inflado su respaldo parlamentario para dar la impresión de que tenía todo bajo control, cuando en realidad la votación seguía en el aire.
Bolaños cambia el discurso: 'En las negociaciones se dicen cosas'
El 29 de enero, ante la insistencia de los periodistas sobre si había mentido al afirmar que Junts apoyaba el decreto, Bolaños sonrió y esquivó la respuesta con una frase que alimentó aún más las sospechas:
"Bueno, en el fragor de las negociaciones se dicen cosas que estoy seguro que hoy no se repetirían".
Cuando le volvieron a preguntar si había mentido, optó por evitar la cuestión con una frase que subraya la estrategia del Ejecutivo:
"Lo importante es que el decreto está aprobado”.
Esta respuesta dejó entrever que el Gobierno habría inflado o tergiversado su capacidad de acuerdo con los independentistas para no mostrar signos de debilidad antes de la votación.
Un pacto en el aire hasta el último minuto
A pesar de las versiones contradictorias, el decreto ómnibus salió adelante en el Congreso. Pero el episodio ha dejado dudas sobre la transparencia y fiabilidad del Gobierno en sus negociaciones parlamentarias.
Mientras Junts insiste en que nunca hubo un acuerdo previo, el ministro Bolaños ha terminado reconociendo, de manera implícita, que la afirmación sobre la mayoría asegurada formaba parte del juego de la negociación política.
Este episodio refleja cómo el Ejecutivo ha manejado sus apoyos parlamentarios, en un contexto en el que cada voto es decisivo y en el que, según se desprende de las propias palabras de Bolaños, la verdad en las negociaciones puede ser un concepto flexible.