Batalla Naval

Vallecas celebra su 43ª Batalla Naval este domingo con una reivindicación por “una vivienda digna y asequible”

El emblemático evento vallecano, símbolo de lucha y comunidad, vuelve a inundar las calles para exigir soluciones habitacionales justas en Madrid

Batalla Naval Puente de Vallecas - Fiestas del Carmen - Foto Ayuntamiento de Madrid
photo_camera Batalla Naval Puente de Vallecas - Fiestas del Carmen - Foto Ayuntamiento de Madrid

Este domingo, Vallecas acoge una nueva edición de su tradicional Batalla Naval, una de las fiestas más representativas y combativas del barrio, que en esta ocasión se moja por "una vivienda digna y asequible". La convocatoria ha sido anunciada por la Cofradía Vallekana, colectivo encargado de la organización del evento, que ha querido dar protagonismo este año a la lucha por el derecho a una vivienda accesible frente a la creciente crisis habitacional en la capital.

Ya son 43 ediciones de esta celebración popular, que cada verano transforma las calles de Vallecas en un mar simbólico donde miles de vecinos se suman a una fiesta con marcado carácter reivindicativo. Como es habitual, se venderán camisetas solidarias para apoyar estas fiestas autogestionadas, en las que la implicación vecinal es clave para su desarrollo.

El cartel de este año muestra unos cangrejos refugiados en su pequeña casa y un cubo de playa, en una imagen que resume el sentir de muchos: la vivienda se ha convertido en un bien inaccesible para amplias capas de la población. Desde la organización recuerdan que la Batalla Naval no es solo una fiesta, sino también un altavoz para las demandas sociales más urgentes del barrio.

Un origen espontáneo con espíritu transformador

La historia de esta peculiar “batalla” comenzó en 1982, cuando un grupo de jóvenes decidió combatir el calor del verano madrileño abriendo las bocas de riego del bulevar de Vallecas, en plena celebración de las Fiestas del Carmen. Aquella ocurrencia se transformó en una movilización con una consigna tan irónica como potente: “Puerto de mar para Vallekas”.

Desde entonces, el evento ha evolucionado, superando incluso los intentos de cancelación por parte de las autoridades. Durante los años noventa, la denominada “ley seca” impidió el uso de las bocas de riego, lo que obligó a reinventar la batalla con espuma en 1993 y agua reciclada en 1995. En el año 2000 se creó formalmente la Cofradía Vallekana, integrada por 36 colectivos y asociaciones vecinales, que asumieron la organización con un enfoque participativo y combativo.

Un legado de lucha vecinal que no se detiene

La Batalla Naval ha sido, en cada edición, un reflejo del pulso social de Vallecas, un barrio históricamente combativo que no ha dudado en salir a la calle en defensa de derechos fundamentales. En 2023, la cita se mojó por Palestina; en 2024, contra los discursos de odio. En 2025, el grito colectivo se dirige contra la exclusión habitacional, en una ciudad donde los alquileres se disparan y los jóvenes no pueden emanciparse.

Pese a la pandemia que obligó a una pausa en la celebración presencial, los vecinos mantuvieron viva la tradición desde los balcones y a través de iniciativas solidarias. Este domingo, Vallecas volverá a empaparse de agua, pero también de reivindicación y esperanza, demostrando que, en este barrio madrileño, la lucha social se celebra a cubos llenos.