Superluna de Esturión en Madrid: el fenómeno astronómico del verano, junto a las Perseidas, ya tiene fecha.
Ocurrirá la madrugada del sábado 9 de agosto, alcanzando su punto máximo de iluminación a las 09:55 h (hora peninsular). Su nombre ancestral proviene de las tribus norteamericanas, que referenciaban esta luna llena con la temporada óptima para pescar esturiones en los Grandes Lagos.
¿Qué la hace especial?
Será una superluna, es decir, coincide con el momento en que la Luna está más cerca de la Tierra (perigeo), lo que la hace verse hasta un 15 % más brillante y un 7 % más grande que en una luna llena ordinaria.
En las condiciones estivales madrileñas, es probable que adquiera un tono anaranjado o rojizo debido a las partículas en suspensión en la atmósfera.
Para la observación en Madrid, se recomienda consultarla especialmente entre la noche del 8 y la madrugada del 9 de agosto, aunque podrá apreciarse con menor intensidad hasta la madrugada del domingo 10.
¿Dónde ver mejor la Superluna de Esturión desde Madrid?
Busca un lugar con poca contaminación lumínica: parques, miradores o entornos rurales alejados de iluminaciones artificiales. Un horizonte despejado aislado de edificios o árboles altos te garantizará una vista impresionante.
¿Necesito telescopio o prismáticos?
No. La Superluna se puede disfrutar perfectamente a simple vista, aunque unos binoculares o un telescopio básico permitirán contemplar detalles del relieve lunar y su brillo extra.
Consejos para fotografiar la Superluna de Esturión
Usa una cámara con buena sensibilidad a la luz, preferiblemente montada sobre un trípode, para capturar la imagen nítida sin movimientos. Esto te permitirá también aprovechar los matices de color en la Luna durante su ascenso por el horizonte.
¿Por qué es una cita esencial este verano?
Marca el punto álgido de la temporada astronómica, ideal antes del pico de las Perseidas y la conjunción Venus-Júpiter en la madrugada del 12 de agosto.
Es una ocasión perfecta para conectar con la tradición y las leyendas que asocian la luna con ciclos naturales y culturales ancestrales.
Además, combina efectos visuales y condiciones atmosféricas que amplifican su presencia y color en el firmamento nocturno.