Aunque el presidente chileno Gabriel Boric, tiene hoy solo algo más del 30% de apoyo popular, los progres chilenos han ido rodeando desde el poder a la mayoría ciudadana. Centenares de organizaciones feministas, ONG´s, grupos anarquistas, exonerados falsos, activistas ambientalistas y fanáticos de izquierda seguidores de Salvador Allende, tienen en jaque al país.
De acuerdo al último informe del Banco Central de Chile, el crecimiento del PIB tendencial de largo plazo estará en torno al 1,8% anual, muy lejos de las cifras históricas iniciadas bajo el gobierno militar. Chile enfrenta problemas muy graves y de difícil solución. Lo primero y lo más importante es la inseguridad ciudadana producto de la inmigración ilegal, propiciada por la expresidenta Michelle Bachelet. Cientos de miles de ilegales, deambulan por Chile sin trabajo, muchos de ellos robando y matando. El temor a salir a la calle es la principal preocupación de los chilenos. Aunque la inmigración en Chile se inició con miles de peruanos, los problemas principales han llegado con la segunda avalancha de venezolanos quienes arrancaron del tirano Maduro.
Hoy Chile tiene más del 10% de población extranjera. El sistema de salud y de educación están colapsados y no se percibe una solución en el corto o mediano plazo. El presidente Boric ha ido evolucionando hacia posiciones más moderadas, pero su corazoncito aún le palpita por la izquierda dura y su historial juvenil no se puede olvidar. Llevar adelante proyectos de inversión en Chile es cada día más difícil.
El ministerio de Medio Ambiente, ha pasado a controlar el ritmo y la viabilidad de la inversión. Leyes de protección de territorios, lideradas por demandas indígenas ahuyentan a quienes quieren invertir. El gobierno ha incorporado a trabajar en el Estado, a unos 110 mil nuevos funcionarios. El poder legislativo se parece más a un “reality”, que a un cuerpo colegiado de mentes brillantes. 23 partidos políticos se pelean entre sí pensando en las próximas elecciones, más que en el futuro de Chile.
El gobierno presenta de manera continua proyectos de ley para trabajar menos, aumentar el salario mínimo y todo tipo de “beneficios laborales”. El último misil del gobierno es la idea de tener negociaciones colectivas “ramales”, lo que implicaría que las empresas pierdan su individualidad y se negocien salarios sin importar la realidad de cada fuente de trabajo. La baja productividad de los chilenos es un problema adicional.
En los últimos días se ha destapado una caja de pandora, en la que un famoso abogado de la plaza tenía secuestrado a empresarios, funcionarios y jueces, tras años de gestiones ilegales para conseguir beneficios de la justicia para sus clientes. El personaje no respetaba izquierdas o derechas y se paseaba tras bambalinas haciendo de las suyas. Su teléfono celular ha pasado a ser muy importante, pues de a poco se han ido conociendo mensajes entre “poderosos”.
Se aproximan las elecciones municipales, regionales y parlamentarias en Chile. Izquierdas y derechas están desperdigadas y luego vendrá la elección presidencial, en las que se percibe participarán en primera vuelta 4 candidatos, dos de centro, una de derecha y una de ultraizquierda. En Chile no hay ultraderecha, aunque no es lo que los progres recitan como loros, tanto en Chile como en España. Boric ha logrado cierta notoriedad, por haber sido de los primeros en exigir a Maduro los resultados oficiales, pero no ha reconocido a Edmundo González como nuevo presidente.
En lo referente a relaciones exteriores, el ministerio respectivo está más dedicado a promover la política exterior feminista, las historias de exiliados de hace mas de 50 años y su irrestricta devoción a la ONU y sus filiales. Por Chile se pasean todo tipo de burócratas internacionales que llegan en “business class” a Chile, para dictar cátedra de cómo se debe enfrentar el futuro. ACNUR, UNDP, CEPAL, ONU Mujeres, UNICEF, OIT, OMS y una larga lista de instituciones que son los “oráculos” del futuro. Miles de miles de reuniones en los 5 continentes para hablar de las guerras, del clima, del sexo, de la cultura, de la droga y de todos los temas posibles. Normalmente estos eventos terminan con declaraciones conjuntas que no se concretan en algo provechoso. Ciertamente estas instituciones no pagan impuestos y sus empleados tampoco. Nunca van a la bancarrota y nadie sabe quién las audita y a cuántos empleados han despedido por inútiles o corruptos.
Los medios de comunicación internacionales están controlados por los periodistas progres, aunque muchas veces los dueños de los medios no lo son. A Chile llegan muchos “expertos” provenientes de Europa a dictar charlas. Lo curioso es que Europa está en medio de una crisis feroz de inmigración ilegal y de ocupación musulmana irreversible. Estados Unidos, por su parte, tiene influencia en Chile, aunque nunca tanta como China, que ha pasado a ser el principal socio comercial y al cual Chile le respeta más allá de lo razonable.
La educación chilena es cada vez peor, toda vez que la educación pública atraviesa por una severa crisis de calidad. Hace unas semanas la expresidenta Bachelet fue premiada por el Consejo de Rectores de la universidades -CRUCH- por su aporte a la educación pública, gratuita y de calidad. Este premio es una falta de respeto a los chilenos, pues el legado de Bachelet a la educación chilena ha sido nefasto. Hay varias universidades públicas completamente quebradas. Hay una que no tiene alumnos en la Patagonia chilena y otras 3 que sobrevivieron razonablemente, hoy están en crisis terminal. La salud está siendo estatizada de manera indirecta y las colas de espera para urgencias crecen exponencialmente.
La buena noticia es que al gobierno de coalición izquierdista-socialista-comunista, le quedan menos de 2 años de vida y se espera que las cosas cambien para bien en Chile. El problema mayor será cómo deshacer los nudos dejados por el gobierno actual, muchas veces coludidos por “demócratas” ingenuos. El mes de septiembre, mes de la patria chilena, servirá de somnífero por unas semanas, pues las fiestas, los caballos y los “huasos” inundarán los campos y ciudades para revitalizar el Chile de siempre con sus tradiciones y su música. Lo más notable cada año, es el desfile de las Fuerzas Armadas chilenas en el día de las glorias del Ejército de Chile. El 19 de septiembre todos los chilenos ponen sus ojos y su corazón para dar gracias a quienes juraron dar la vida por la Patria, si fuese necesario.