Madrid sigue siendo un imán para jóvenes profesionales y familias, pero los precios de la vivienda están rompiendo la economía de miles de hogares. El alquiler medio supera los 1.250 euros mensuales según Idealista (tercer trimestre 2025), un 42 % más que la media nacional. En distritos como Centro, Salamanca o Chamberí se acerca a los 2.000 euros por un piso de 60 m², mientras en la almendra central la oferta disponible apenas cubre el 0,8 % de la demanda.
Este gasto devora hasta el 55 % del salario medio madrileño (1.800 euros netos) y obliga a recurrir a préstamos personales, tarjetas revolving y avales bancarios de hasta 8 mensualidades solo para poder firmar un contrato. El resultado es un endeudamiento récord que ha disparado las consultas por insolvencia en la Comunidad de Madrid, demostrando la situación en la que viven miles de personas en la capital.
La presión del alquiler empuja al sobreendeudamiento
El Banco de España sitúa a Madrid como líder en deuda personal: el 43 % de los residentes tiene préstamos activos y la deuda media por hogar alcanza los 19.200 euros. El alquiler es el principal detonante. El 38 % de los madrileños entre 25 y 35 años paga la mensualidad con tarjeta de crédito o préstamos rápidos, con intereses que superan el 20 % anual y en muchos casos llegan al 400 % TAE. A esto se suman los gastos de agencia (una mensualidad completa), fianzas y los avales que agotan ahorros de golpe.
Cuando el alquiler consume más del 40 % de los ingresos, cualquier imprevisto genera impagos en cascada. El CMBF reporta un aumento del 18 % en consultas por sobreendeudamiento en 2025, directamente ligado a la crisis habitacional. Los impagos más habituales son tarjetas revolving, microcréditos online y facturas de suministros.
La Ley de la Segunda Oportunidad: la salida legal que gana terreno en Madrid
Frente a esta realidad, la Ley de la Segunda Oportunidad (reformada en 2022) se ha convertido en la herramienta más efectiva para personas físicas insolventes. Permite cancelar hasta el 100 % de las deudas no garantizadas, siempre que se haya liquidado el patrimonio disponible y se haya intentado negociar con los acreedores.
En caso de que el juez conceda la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI), existen dos vías:
Exoneración inmediata con liquidación de bienes: se cancelan las deudas tras vender el patrimonio disponible.
Exoneración con plan de pagos: si el deudor conserva determinados bienes (por ejemplo, vivienda habitual o herramientas necesarias para su trabajo), se aprueba un plan de pagos de hasta 5 años para saldar parte de las deudas pendientes. Durante ese tiempo, se protege al deudor frente a embargos y ejecuciones, y al finalizar el plan puede obtener la cancelación definitiva del resto de las deudas.
Gracias a esas facilidades, en Madrid ya se han resuelto más de 3.800 casos en 2025, según el Colegio de la Abogacía de Madrid.
El proceso es accesible: requiere buena fe, deudas inferiores a 5 millones y residencia en España. Comienza con mediación extrajudicial y, si no hay acuerdo, pasa a concurso de acreedores. El plazo medio es de 6-12 meses y el coste ronda los 3.000-4.000 euros, recuperables al cancelar la deuda.
Para un madrileño agobiado por el alquiler y las deudas, el consejo es claro: actuar antes de recibir demandas judiciales o embargos. Una consulta gratuita puede marcar la diferencia. Servicios especializados como Libertad Sin Deudas ofrecen diagnóstico sin compromiso y acompañamiento completo en la capital.
En definitiva, la crisis de alquiler no solo expulsa a los madrileños de sus barrios, sino que los arrastra a un endeudamiento crónico. Afortunadamente, la Ley de la Segunda Oportunidad ofrece una salida real y legal para empezar de cero que, a buen seguro, muchos agradecerán."