Bolaños resaltó la importancia de esta decisión, tomada esta jornada por el Consejo de Ministros, en un acto en el Centro de Estudios Jurídicos (CEJ), en Madrid, donde asistió a la presentación de la 62 promoción del curso de formación de futuros fiscales.
El titular de Justicia estuvo acompañado en este acto por el fiscal general del Estado, Ángel Luis Ortiz, y la directora del CEJ, Abigail Fernández.
En su intervención, el ministro destacó la relevancia para la sociedad de la Fiscalía y destacó que por ello el Gobierno había decidido este martes ascender a 219 fiscales de tercera a segunda categoría.
Indicó que esta decisión el Ejecutivo tendrá “importantes” consecuencias retributivas para estos profesionales, así como también de “reconocimiento” profesional. Señaló que esta medida forma parte de su política al frente de Justicia de garantizar que jueces y fiscales tengan “absoluta independencia” y actúen “sin injerencias de nadie”.
PODER “TRANSFORMADOR”
Explicó que este cambio de categoría era algo que los integrantes del Ministerio Públicos y sus asociaciones pedían hace tiempo, al entender que se trataba de plazas “mal catalogadas”.
El ministro añadió que el Gobierno seguirá trabajando para mejorar la situación de jueces y fiscales, ya que se necesita que el Poder Judicial sea “transformador” de la sociedad y cuente para ello con los medios necesarios.
Al mismo tiempo, Bolaños destacó que la nueva promoción de fiscales que se formará en el CEJ antes de ejercer está formada en un 71% por mujeres. Además, emplazó a estos futuros funcionarios a trabajar por la digitalización y ayudar a otros compañeros de más edad en este proceso transformador de la carrera.
Por su parte, Ortiz se refirió a que “la Fiscalía es un servicio público esencial” y que “sin Fiscalía ni habría Estado de derecho”. Además, dijo a los integrantes de la 62 promoción del CEJ que en ninguna universidad tendrán acceso a los profesionales y la experiencia que se les facilitará en este centro de formación antes de comenzar a ejercer.
