Metro Madrid

Espráis de defensa personal para los vigilantes de depósitos y cocheras de Metro

Se utilizará un gel inocuo con efecto disuasorio para repeler agresiones sin causar daños, en una prueba piloto que podría extenderse a toda la red

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La Comunidad de Madrid ha anunciado que los vigilantes de seguridad de los 13 depósitos y cocheras de Metro comenzarán a disponer de espráis de defensa personal como parte de su equipamiento habitual, con el objetivo de reforzar su capacidad de respuesta ante actos vandálicos o agresiones en estos espacios clave del transporte metropolitano.

El nuevo elemento disuasorio, de tecnología gel y no aerosol, está diseñado para reducir temporalmente la visibilidad de un agresor sin causar daños permanentes ni afectar a terceros. El espray se activa manualmente y cuenta con un sistema de seguridad para evitar su uso accidental, cumpliendo con los requisitos exigidos por la normativa de Seguridad Privada.

La medida responde a la necesidad de aumentar la protección en áreas estratégicas del suburbano, como las cocheras y depósitos, donde se realizan labores esenciales de mantenimiento, limpieza y almacenamiento de trenes. La actuación ha sido coordinada entre la Comunidad de Madrid y la empresa adjudicataria de los servicios de vigilancia, que ya trabajan en la homologación del producto antes de su distribución.

Una vez completado este proceso, los vigilantes recibirán formación específica sobre su uso, dentro del marco normativo que regula los protocolos de actuación de la seguridad privada en infraestructuras públicas.

61 millones de euros en seguridad del patrimonio de Metro

Esta dotación forma parte del contrato de vigilancia adjudicado por el Ejecutivo autonómico a finales de 2024, con una inversión cercana a los 61 millones de euros durante cuatro años. El contrato abarca espacios estratégicos, expositivos y patrimoniales del Metro de Madrid, además de las instalaciones operativas.

Una medida piloto con posible ampliación

El uso de estos espráis de defensa comenzará como prueba piloto en las cocheras y depósitos, con la intención de evaluar su efectividad y seguridad. Si los resultados son positivos, la medida se extenderá a los más de 1.500 efectivos de seguridad que trabajan a diario en la red de Metro, contribuyendo a un entorno más seguro para trabajadores y usuarios.