La Policía Nacional ha detenido en el barrio madrileño de Colonia Jardín a Álvaro Pasquín Mora, conocido como el 'fugitivo de los tatuajes', uno de los diez criminales más buscados del país y reclamado por un delito de abuso sexual cometido en 2017, cuya prescripción estaba prevista para el próximo 31 de julio.
El arresto, realizado por agentes de la Sección de Localización de Fugitivos, se produjo tras una larga investigación iniciada en 2020, año en que se emitió la orden judicial de búsqueda. Durante estos cinco años, Pasquín Mora permaneció oculto en un cobertizo, en la parte trasera de una vivienda, sin contacto alguno con el exterior y sin abandonar la finca.
Vivía oculto con identidad falsa
Con el objetivo de eludir a la justicia, el prófugo cambió su apariencia física: se dejó el pelo largo, lo teñía de rubio y realizaba pedidos de comida a domicilio empleando una identidad falsa. Esta estrategia le permitió permanecer en la clandestinidad durante años, hasta que el caso fue incorporado a la campaña ‘Los 10 más buscados’ de la Policía Nacional, que apela a la colaboración ciudadana para localizar a prófugos peligrosos.
Gracias a las informaciones recibidas a través del correo electrónico losmasbuscados@policia.es, y el seguimiento de los investigadores, se logró ubicar a Pasquín Mora y organizar un dispositivo especial de captura, que culminó en su detención durante la jornada del martes.
A punto de quedar impune
La urgencia del operativo estuvo motivada por el hecho de que el delito por el que era buscado prescribía en solo una semana. De no haberse producido la detención antes del 31 de julio, el acusado habría quedado impune. Tras su arresto, fue puesto a disposición judicial, que ordenó su inmediato ingreso en prisión.
Seis de los diez fugitivos, detenidos
Desde el lanzamiento de la última campaña de búsqueda en julio de 2024, seis de los diez fugitivos identificados han sido ya arrestados, reduciendo la lista a cuatro personas pendientes de captura. La Policía Nacional considera esta estrategia de difusión pública un instrumento eficaz para reforzar la colaboración con la ciudadanía y acelerar la localización de delincuentes altamente peligrosos.
Con esta operación, las fuerzas de seguridad no solo evitan que el delito prescriba, sino que también refuerzan la confianza pública en la eficacia policial y en el compromiso con la justicia y la seguridad.
