La discoteca FABRIK, en colaboración con la Policía Local de Humanes y la Guardia Civil, ha logrado desmantelar una banda organizada que se infiltraba en las fiestas del conocido club madrileño para robar teléfonos móviles al descuido entre los asistentes.
La operación culminó con la detención de varias personas, entre ellas una joven sorprendida a la salida del local portando una docena de teléfonos escondidos bajo su ropa. El hallazgo se produjo gracias al refuerzo de los cacheos y controles de seguridad implantados recientemente por la dirección del club.
Un modus operandi perfectamente coordinado
Según la investigación, los integrantes de la banda actuaban con un método rápido y sincronizado. Uno o varios especialistas se encargaban de sustraer los teléfonos del bolsillo o bolso de las víctimas, aprovechando el ambiente festivo y la aglomeración.
En cuestión de segundos, el terminal pasaba de mano en mano entre varios cómplices, dificultando su localización. Finalmente, el móvil acababa en poder de una mujer joven encargada de ocultarlos bajo su ropa.
“La cadena de traspasos era tan rápida que, cuando la víctima se daba cuenta del robo, el teléfono ya estaba a metros de distancia”, detallan fuentes del dispositivo de seguridad.
Seguridad reforzada en FABRIK: 150 agentes y personal de paisano
El equipo de seguridad de FABRIK, dirigido por el nuevo CEO, Luis Román López, ha reforzado de forma significativa la prevención de delitos dentro y fuera del recinto. Actualmente, 150 agentes vigilan los accesos y las salas del club.
Como novedad, se ha introducido la figura de vigilantes de paisano, que se infiltran entre los asistentes vestidos como clientes habituales y realizan rondas continuas en busca de comportamientos sospechosos.
Además, se ha intensificado el control en las salidas, donde se efectúan cacheos preventivos que han permitido detectar y detener a los responsables de esta red de hurtos.
75% menos de robos de móviles en un año
Los resultados de estas medidas no se han hecho esperar. En el último año, los robos de teléfonos móviles en FABRIK se han reducido en un 75%, según los datos de la propia discoteca.
Los hurtos al descuido son uno de los delitos más comunes en espacios de ocio nocturno, y muchas veces no se denuncian porque las víctimas creen haber perdido el terminal. El refuerzo de la seguridad y la presencia policial ha permitido disminuir drásticamente estos incidentes.
“Queremos que nuestros clientes sientan que pueden disfrutar con total tranquilidad. La seguridad es una prioridad absoluta para nosotros”, afirmó Luis Román López, CEO de FABRIK.
Un modelo de seguridad propio
El club madrileño ha dejado de trabajar con empresas externas y ha creado su propia plantilla de vigilancia privada, agrupada bajo la nueva compañía Capsegur, especializada en control de accesos y prevención de delitos en grandes eventos.
Las medidas han demostrado su eficacia durante las fiestas de Halloween, una de las citas de mayor afluencia del año, que se saldaron sin incidentes, sin peleas y sin robos denunciados.
FABRIK, ejemplo de prevención y colaboración policial
La dirección del club ha destacado la colaboración activa con las fuerzas y cuerpos de seguridad, una coordinación que ha sido clave para desarticular la banda.
Gracias a la cooperación entre la seguridad privada, la Policía Local y la Guardia Civil, FABRIK se consolida como un referente en la gestión de la seguridad nocturna, demostrando que la prevención, la vigilancia tecnológica y el trabajo conjunto son la mejor herramienta contra el crimen organizado.
“La seguridad no es solo un servicio, es una parte esencial de la experiencia de ocio responsable”, concluyen desde la dirección del local.
