El sindicato responsabiliza tanto a las empresas como a las administraciones de no haber aplicado las medidas de prevención necesarias para evitar la tragedia.
En su comunicado, CCOO denuncia que detrás de cada accidente mortal hay una dejadez empresarial y un control administrativo insuficiente. “La prevención de riesgos laborales no puede seguir siendo un mero trámite documental para cumplir expediente; debe integrarse de forma real en la organización productiva”, subraya la organización sindical.
El sector servicios, el más afectado
De los seis fallecimientos registrados en julio, tres ocurrieron en el sector servicios, mientras que la industria y la construcción contabilizaron uno cada uno. Cinco de las muertes sucedieron durante la jornada laboral y una in itinere.
Entre las causas figuran accidentes de tráfico, golpes por objetos proyectados y patologías no traumáticas —como infartos o derrames cerebrales—, que el sindicato asocia a la falta de evaluaciones y medidas frente a riesgos psicosociales.
En el contexto de las altas temperaturas y la sobrecarga de trabajo estival, CCOO advierte de que factores como el calor extremo, la fatiga acumulada o la presión por plazos pueden incrementar el riesgo de este tipo de patologías.
Datos preocupantes a pesar del descenso global
En julio se registraron 7.812 accidentes laborales con baja en la región, un 3,65% menos que en el mismo mes de 2024. Sin embargo, el número de fallecimientos aumentó y los accidentes in itinere crecieron un 3,68%, lo que refleja carencias en los planes de movilidad laboral segura.
En el acumulado de enero a julio de 2025, 50.908 trabajadores madrileños han sufrido un accidente con baja, de los que 49 han perdido la vida: 23 en servicios, 15 en construcción, 3 en industria durante la jornada de trabajo y 8 en desplazamientos.
Medidas urgentes reclamadas
Ante esta situación, CCOO de Madrid exige:
- Planes específicos contra los riesgos psicosociales en todos los centros de trabajo.
- Refuerzo de la Inspección de Trabajo y mayor control de las autoridades competentes.
- Estrategias de movilidad laboral segura para reducir los accidentes en desplazamientos.
- Vigilancia especial en sectores de alto riesgo, como la construcción, la industria y, especialmente, el sector servicios, donde se concentran la mayoría de accidentes y muertes por patologías no traumáticas.
El sindicato concluye que “cada muerte en el trabajo es un fracaso colectivo” y reclama una acción inmediata y coordinada entre empresas, administraciones y sociedad para que estas cifras dejen de esconder el drama real de familias rotas y vidas truncadas.