La Comunidad de Madrid ha aprobado la adquisición de 790.000 dosis de vacunas destinadas a reforzar la protección frente al herpes zóster y las enfermedades causadas por el neumococo, una inversión estratégica que asciende a 86,4 millones de euros para su administración en los años 2026 y 2027. La decisión fue avalada esta semana por el Consejo de Gobierno regional, con el objetivo de garantizar el suministro suficiente para los grupos con mayor indicación sanitaria.
Del total de la inversión, 80 millones de euros serán destinados a la compra de 640.000 dosis contra el herpes zóster, vacuna incluida desde 2022 en el Calendario de Vacunación para toda la vida y recomendada para personas de 65 a 80 años y para determinados grupos de riesgo. Esta inmunización resulta fundamental para prevenir una enfermedad cuya incidencia aumenta notablemente a partir de los 50 años y que puede acarrear complicaciones severas como la neuralgia posherpética, una afección que puede provocar dolor incapacitante y prolongado.
En paralelo, el Consejo de Gobierno ha autorizado un segundo contrato para adquirir 150.000 dosis de vacuna neumocócica conjugada quincevalente, valoradas en 6,4 millones de euros, destinadas a la protección de los menores para quienes está indicada. Con esta compra, la Comunidad aspira a alcanzar una cobertura del 100% entre los niños incluidos en el calendario vacunal: aquellos que reciben sus dosis a los 2, 4 y 11 meses, así como los menores y adolescentes hasta los 18 años que aún no hayan completado la pauta.
Protección frente a enfermedades graves y reducción de resistencias
La inmunización frente al neumococo continúa siendo la medida más eficaz para prevenir un amplio conjunto de patologías asociadas a esta bacteria, desde otitis hasta neumonías o infecciones invasivas más graves. Además, la vacunación masiva ha permitido reducir la resistencia a antibióticos, disminuyendo la necesidad de tratamientos farmacológicos y contribuyendo a la salud pública de manera global.
Estas nuevas compras aseguran la disponibilidad de vacunas en la red sanitaria madrileña y refuerzan las políticas de prevención impulsadas en los últimos años, especialmente dirigidas a proteger a los grupos más vulnerables: mayores, menores y personas con riesgo clínico.
