En un mitin en el Auditorio Mar de Vigo de la capital pontevedresa, Díaz pidió también al PSdeG y el BNG que no se “equivoquen de adversario” y dejen clara desde el principio su intención de gobernar juntos pese a las diferencias. Además, repitió sus mensajes habituales en medios de comunicación contra la supuesta tendencia de los gallegos a no votar en las autonómicas y municipales, e insistió en que los votos progresistas en las generales fueron más que los que sustentaron la última mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo.
Díaz presentó a Sumar como “la fuerza que garantizará el cambio en la Xunta de Galicia”, como a su juicio ocurrió en las generales, en las que, dijo, fue “la fuerza decisiva pare tener un Gobierno de coalición progresista”. En Galicia, donde dio por hecho que tendrá escaños por La Coruña y Pontevedra, aseguró que “cada diputado de Sumar saca a un diputado del Partido Popular”.
La vicepresidenta interpretó que el PP lleva en la Xunta “14 años sin hacer nada”, tiene “una Galicia menguante” que pierde peso económico en relación al Estado y es “el Gobierno de la incompetencia”. Por el contrario, prometió que Sumar hará en la Xunta “lo que hace en el Gobierno de España, desarrollar políticas públicas para mejorar la vida de la gente” como la subida del salario mínimo hoy a 1.134 euros al mes, cifra que repitió dos veces presentándola como fruto de “las políticas útiles”.
Díaz, curiosamente, no mencionó los vertidos de microplásticos, cosa que sí hizo la candidata de Sumar a la Presidencia de la Xunta, Marta Lois, a quien ella describió como una mujer “respetada, querida y apreciada”, con experiencia de gestión en el Ayuntamiento de Santiago de Compostela y, sobre todo, “una buenísima persona” y “comprometida con nuestro país” que “se va a dejar la piel para que los hombres y mujeres de Galicia vivan un poco mejor y sean un poco más felices”. “El odio no moviliza a nadie, el amor y el cariño sí”, sentenció.
Lois, que como candidata cerró el acto pero con una intervención bastante breve, abanderó una política que “tiene menos que ver con el ruido, con las palabras gruesas, y más con la escucha y con los hechos”. “Menos palabras y más hechos”, entonó una cita de las sufragistas que en las últimas horas ha escrito en sus redes sociales contraponiendo veladamente logros del Ministerio de Trabajo como la subida del SMI con las declaraciones de Podemos.
VIVIENDA Y MICROPLÁSTICOS
La cabeza de lista de Sumar prometió, si gobierna, hacer de Galicia la segunda comunidad autónoma que limite el precio de la vivienda, tras Cataluña, y “poner los cuidados y la conciliación en el centro”. De los vertidos, denunció que la Xunta, con su “mala gestión” y habiendo tardado tres semanas en declarar el nivel de emergencia, está “llevando al fracaso a las costas gallegas”. Comparando la reacción del Gobierno gallego del PP a la que tuvieron éste y el central al naufragio y los vertidos del ‘Prestige’, Lois proclamó que “es tiempo de que no nos vuelvan a tomar el pelo” y terminó arengando al voto a sus simpatizantes. “Vamos a hacerlo; si sumamos, se van”.
Antes que Díaz y Lois, el diputado madrileño de Sumar en el Congreso Íñigo Errejón, reconoció que la situación de los pélets “no es como la situación del 'Prestige'”, pero aseguró que “el Partido Popular sí es el mismo”, el que “miente a sus ciudadanos, coloniza los medios públicos y no quiere la ayuda del Gobierno central”. Y aseveró que, “cuando hay un partido que le ha perdido el respeto a los ciudadanos que gobierna, hay que decirle: ‘Vete haciendo las maletas’”.
Errejón pasó revista a la votación de los decretos el miércoles en el Congreso, y se declaró con “el orgullo de haber hecho las cosas bien”. “Hubo quienes no estuvieron pensando en los desempleados, en los que más lo necesitaban, incluso en aquéllos que los habían votado”, denunció en clara referencia a Podemos. Personas, dijo, que “no se puede creer que hubo gente con sueldos privilegiados que votaron en contra de subir 90 euros el subsidio de desempleo”.
No obstante, garantizó que Trabajo lo volverá a llevar al Congreso “y lo vamos a aprobar”, poniendo como ejemplo la subida del salario mínimo un 5% pactada hoy con los sindicatos. Sobre el rechazo de la patronal, puntualizó que “el dialogo social no es el derecho de veto de los empresarios”, a quienes advirtió de que “tienen que tomar nota” de que en el Gobierno hay una vicepresidenta, Yolanda Díaz, que está “al servicio de los trabajadores”.
Finalmente, dijo que la campaña “comienza con una disputa moral, por la confianza de un pueblo en sus propias fuerzas”, como a su juicio ocurrió en la de las generales. “En Galicia ya existe una mayoría progresista que se ha manifestado en las elecciones generales, pero tiene que tomar conciencia de sus propias fuerzas, de que tiene en su mano la llave para lograrlo”, arengó. “La primera batalla es la cabeza alta y la conciencia de que somos más”. Y terminó, como luego Díaz, dando por hecho que Sumar ya va a obtener escaños por La Coruña y Pontevedra y asegurando que “cada escaño que gana Sumar es un escaño que pierde el PP” y que ”si sumamos, se van”.
Previamente a Errejón, intervino Ramón Sarmiento, cabeza de lista por Pontevedra, agradeció la confianza puesta por Sumar en un obrero, un sindicalista como él, y trató de desmentir la idea de que la sociedad gallega es de derechas, como pretendería el PP, sino una sociedad colaborativa, como lo estaría demostrando ahora mismo recogiendo pélets en las playas. Y, como luego harían los intervinientes más conocidos, llamó a “votar masivamente” a la supuesta mayoría progresista, porque “no puede desentenderse de quién esté en la Xunta”.