El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reunirá este lunes con la Ejecutiva Federal del partido por primera vez desde la dimisión de Santos Cerdán, quien era hasta hace unos días el secretario de Organización socialista y uno de sus hombres de máxima confianza. La cita llega en un momento crítico, marcado por el escándalo de corrupción del 'caso Koldo' y el impacto político generado por el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que implica a Cerdán en el cobro de comisiones ilegales mediante facturas falsas.
Confirmada su comparecencia en el Congreso
Sánchez ha decidido, además, acudir este miércoles a la sesión de control en el Congreso de los Diputados, después de que se cancelara la conferencia de la ONU en Nueva York a la que tenía previsto asistir. Así lo han confirmado fuentes parlamentarias, tras informarse a los grupos de que podrán presentar preguntas al jefe del Ejecutivo hasta este lunes.
Auditoría, disculpas públicas y reestructuración
En su reciente comparecencia, Pedro Sánchez anunció una auditoría externa de las cuentas del PSOE con el objetivo de despejar cualquier duda sobre la integridad financiera del partido. También avanzó una reestructuración de la dirección nacional, que comenzará con la elección de un nuevo secretario de Organización en el Comité Federal convocado para el próximo 5 de julio en Sevilla.
Estas decisiones se producen en medio de una creciente inquietud tanto dentro del PSOE como entre los socios parlamentarios del Gobierno, que piden explicaciones claras, transparencia y medidas más rotundas. Mientras que algunas voces socialistas respaldan públicamente a Sánchez, otras reclaman un congreso extraordinario o incluso barajan un adelanto electoral, ante la dificultad de llegar con garantías políticas a 2027.
La presión de los aliados y de la oposición
La situación interna del PSOE se ve agravada por la postura de sus aliados parlamentarios. Sumar ha solicitado una convocatoria urgente de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno, mientras que Junts busca reunirse con Sánchez en los próximos días para analizar el nuevo contexto y presionar en beneficio de los intereses catalanes. La portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, ha instado a Sánchez a ser “mucho más tajante” en sus explicaciones, si quiere preservar la confianza institucional.
Por su parte, el Partido Popular ha reaccionado con escepticismo ante la auditoría, afirmando que “ya la ha hecho la UCO”, en referencia al trabajo de la Guardia Civil, cuyas investigaciones han revelado conversaciones comprometedoras entre Cerdán, el exministro José Luis Ábalos y el exasesor Koldo García, sobre presuntas mordidas en contratos de obra pública.
El futuro del liderazgo socialista, en entredicho
La Ejecutiva del PSOE que se reúne mañana fue renovada hace poco más de siete meses en el congreso celebrado en Sevilla, donde Cerdán fue reelegido como número tres del partido. Su salida forzada por el escándalo reabre el debate sobre la sostenibilidad del actual liderazgo de Sánchez, incluso dentro de su propia formación. Aunque por el momento el presidente ha descartado un adelanto electoral, las dudas sobre su estrategia y el futuro del Gobierno se extienden.
Pedro Sánchez afronta así una semana clave para su continuidad política, con una agenda marcada por las decisiones que adopte en el seno del partido y las explicaciones que ofrezca en sede parlamentaria. Mientras tanto, la oposición y parte de su bancada exigen mayor contundencia, renovación profunda y claridad absoluta frente a uno de los mayores escándalos de corrupción que ha sacudido al PSOE en la última década.
