El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que implica al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en una supuesta trama de corrupción junto a José Luis Ábalos y Koldo García ha disparado las tensiones políticas en España. La oposición carga contra el presidente Pedro Sánchez, mientras el debate sobre una moción de censura enfrenta a las dos principales fuerzas de la derecha: Vox exige su presentación inmediata, mientras el PP la descarta por ahora, alegando falta de apoyos parlamentarios.
El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha declarado que “solo basta una comunicación formal” de los socios de Sánchez, como Junts o PNV, para echar a andar la moción. No obstante, su partido se resiste a ser quien la promueva. Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, ha afirmado que “no vamos a regalarle un balón de oxígeno a Sánchez” con una iniciativa que considera condenada al fracaso si no logra apoyos previos. Asegura que “no dan los números” y que una derrota parlamentaria dañaría la imagen del PP como alternativa de gobierno.
El dilema de Feijóo
Desde Génova, se insiste en que una moción de censura fallida solo fortalecería a Pedro Sánchez, otorgándole una nueva ratificación parlamentaria que podría utilizar para recomponer su imagen. “No vamos a regalarle un balón de oxígeno al presidente”, ha afirmado Feijóo, quien prefiere continuar con la presión política y mediática, sin arriesgar un revés parlamentario.
Pero la ambigüedad del PP ha generado tensiones internas. Algunos sectores del partido, como Esperanza Aguirre, exigen que Feijóo actúe con determinación: “Hay que buscar esos apoyos, no esperar a que vengan”, ha dicho. Desde Vox, la presión es aún mayor. Santiago Abascal ha vuelto a exigir la moción, ofreciendo incluso el apoyo de su grupo para que Feijóo la encabece, o, en su defecto, cediéndole diputados para que Vox la promueva.
Pese a estas críticas, Feijóo se mantiene en su negativa a liderar una moción sin apoyos garantizados. Figuras del partido como José Luis Martínez-Almeida y Juanma Moreno coinciden en que “los números no dan”. El alcalde de Madrid lo ha justificado diciendo que sería “un regalo” para Sánchez, mientras que el presidente andaluz se ha preguntado cuánto tiempo más aguantarán Junts y el PNV apoyando al PSOE.
Desde el PSOE, Sánchez insiste en que “el partido no es una organización corrupta” y promete “tolerancia cero”, pero para la oposición la responsabilidad es suya. Feijóo ha roto relaciones institucionales con el presidente y ha exigido su dimisión inmediata, sin moverse, de momento, hacia la moción.
Vox sí la quiere: “¡Elecciones ya!”
Santiago Abascal, líder de Vox, ha sido categórico. Tras cancelar un viaje internacional, volvió a España para exigir la presentación urgente de una moción de censura. “Sánchez es el jefe de la mafia y hay que echarlo”, ha declarado. Vox ha lanzado una campaña de recogida de firmas, pidiendo al PP que actúe, y ha convocado manifestaciones bajo el lema “¡Hay que echarlo!”.
Desde el grupo parlamentario de Vox, José Antonio Fúster ha exigido una “dimisión en cascada”, asegurando que no basta con la salida de Cerdán. “El problema está en la cúpula”, afirmó. Para Vox, no importa si no prospera la moción: “sería la mejor auditoría posible al Gobierno”, y obligaría a todos los partidos a retratarse.
El mensaje de Marcos de Quinto: 11 razones para actuar
En medio de este clima de presión, ha irrumpido en el debate Marcos de Quinto, empresario y exdiputado de Ciudadanos, quien ha publicado en la red social X un contundente manifiesto en favor de la moción. Enumera once razones por las que el PP debería presentarla, entre ellas:
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Nunca hubo tantos motivos para convocarla.
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Es un mecanismo legítimo y democrático en momentos como este.
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No se necesita garantía previa de éxito; se trata de convencer durante el debate.
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Incluso las mociones fallidas desgastan al gobierno al que se dirigen.
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Ofrecer elecciones inmediatas tras ganarla podría atraer abstenciones estratégicas.
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Podrían emerger diputados socialistas con dignidad que rompan la disciplina de voto.
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Retrataría a todos los partidos ante la ciudadanía.
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Permite tiempo ilimitado al proponente para exponer su proyecto.
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Si Feijóo no se ve capaz, podría ceder el protagonismo a figuras como Ayuso o Tellado.
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España necesita liderazgo, no calculadoras electorales.
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Si el PP no quiere, que ceda dos diputados a Vox para que ellos la impulsen.
Para De Quinto, el PP está cometiendo un error histórico: “Renunciar a esta herramienta solo denota inseguridad y tancredismo. No es lo que España necesita”.
Once razones por las que el PP debiera promover una moción de censura:
— Marcos de Quinto (@MarcosdeQuinto) June 14, 2025
1. Nunca han habido tantos motivos para convocarla
2. Es una herramienta legítima y democrática para situaciones como esta
3. Para hacerla, no es impredecible contar a priori con los votos necesarios para…
Moción congelada, presión en aumento
La moción de censura contra Pedro Sánchez sigue sin materializarse. Vox está dispuesto a presentarla incluso en solitario, con o sin garantías de éxito. El PP, atrapado entre la estrategia y la prudencia, mantiene la presión verbal, pero se resiste a pasar a la acción sin una mayoría clara.
El caso Cerdán ha reactivado el conflicto político, pero también ha puesto de manifiesto la división de la oposición, su dificultad para construir una mayoría alternativa y las dudas internas en el principal partido conservador. De momento, la iniciativa sigue bloqueada, mientras la presión pública y mediática crece.
En esta partida de ajedrez político, la pieza clave sigue siendo Sánchez. Solo él —o una improbable mayoría alternativa— decidirá si la legislatura continúa o termina en las urnas.