El caso Koldo, que sacude desde hace meses al PSOE, ha escalado esta semana con las revelaciones públicas de Claudia Montes, ex Miss Asturias 2017 y exmilitante socialista, y Andrea de la Torre, expareja de José Luis Ábalos. Ambas mujeres han roto su silencio en entrevistas que apuntan directamente a la cúpula del PSOE y, en particular, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que acusan de haber tenido conocimiento previo de los hechos que hoy investiga la justicia.
"La corrupción era un secreto a voces"
En una entrevista concedida a OK Diario, Claudia Montes asegura que "los militantes sabíamos lo que iba a pasar" y que la corrupción dentro del partido era "una realidad conocida por todos". Montes trabajó en LogiRAIL, una filial de Renfe, tras haber solicitado ayuda a Ábalos para conseguir empleo. Según su testimonio, Koldo García, mano derecha del exministro, fue quien gestionó su entrada en la empresa, lo que alimentó rumores sobre posibles enchufes.
Montes denuncia que al intentar alertar sobre irregularidades en contratos y adjudicaciones públicas, recibió presiones y acabó siendo víctima de acoso laboral. “Nadie me ayudó. Ni el partido, ni el Grupo de Igualdad de Mujeres”, declara con amargura. Además, añade que su nombre fue difamado públicamente, siendo tratada por algunos medios como “prostituta” sin prueba alguna.
Sánchez: “Un mindundi que pusieron ahí”
Una de las declaraciones más explosivas proviene del relato de Montes sobre las opiniones privadas de Ábalos y Koldo sobre Pedro Sánchez. Según la modelo asturiana, ambos dirigentes socialistas se referían al presidente como “un mindundi” colocado estratégicamente en el poder por otros intereses internos. Claudia asegura también haber advertido a ministros como Óscar Puente sobre las irregularidades en LogiRAIL, sin obtener respuesta alguna.
Andrea de la Torre: “Moncloa intentó comprar el silencio de Ábalos”
Por su parte, Andrea de la Torre, expareja del exministro Ábalos, ha asegurado en una entrevista a Telemadrid que presenció y grabó una conversación entre Santos Cerdán y Ábalos, en la que, según afirma, le ofrecieron prebendas a cambio de entregar su acta de diputado y guardar silencio. Entre las ofertas figuraban el pago de su defensa legal, tres contratos en consultoras vinculadas a Pepe Blanco, presencia en tertulias y la redacción de una columna de opinión.
“Santos vino de parte de Moncloa”, asegura De la Torre, quien añade que Pedro Sánchez estaba al tanto de todo, acusando al Gobierno de ser “cómplice” por inacción y encubrimiento. Además, De la Torre afirma que Ábalos le confesó estar atemorizado y haber tenido pensamientos suicidas, recordando el caso del expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa.
“Tengo derecho a defenderme”
Montes reivindica su derecho a limpiar su imagen y contar su verdad: “Ya no me da la gana callarme más”. Apunta directamente a una estructura de poder dentro del PSOE que, según su testimonio, normalizaba las prácticas corruptas y protegía a los suyos a costa del silencio de otros.
Ambas mujeres insisten en que aún hay más nombres por salir y que lo conocido hasta ahora es solo la punta del iceberg. De hecho, Montes ha afirmado: “Pedro sabe que hay más, y que va a salir más”.
Consecuencias personales y familiares
Las consecuencias de su aparición pública en el caso han sido devastadoras para Montes. Afirma que su familia se encuentra profundamente afectada: “Mi hijo está con depresión, mi madre también, mi padre lo pasa muy mal”, detalla. Sobre los medios de comunicación que reprodujeron acusaciones sin contrastar, les insta a hacer examen de conciencia y exige que “no se destruyan vidas sin pruebas”.
Un PSOE en crisis
Estas declaraciones llegan en un momento especialmente delicado para el PSOE, cuya ejecutiva está bajo sospecha, con procesos judiciales abiertos, y una opinión pública que exige transparencia y responsabilidades. El relato de Montes y De la Torre profundiza la crisis de credibilidad del Gobierno, especialmente tras las revelaciones sobre pagos sospechosos, manipulaciones internas y presuntos intentos de silenciar a testigos clave.
Una advertencia final
Tanto Montes como De la Torre coinciden en que la verdad está aún por salir. Advierten que la estructura del poder socialista está comprometida y que hay discos duros, grabaciones y documentos comprometedores que podrían cambiar el rumbo del escándalo. Montes concluye su intervención con un mensaje contundente: “Tengo derecho a contar la verdad. Y lo voy a hacer”.
Un testimonio que no solo golpea la línea de flotación del PSOE, sino que también plantea interrogantes de gran calado sobre la transparencia institucional, la protección a denunciantes y el verdadero alcance de la corrupción en el poder.