NUGA Castellana se estrena esta Navidad como uno de los grandes focos de atracción de la capital gracias a la intervención creativa del diseñador Juan Avellaneda, responsable de una propuesta escenográfica contemporánea que fusiona diseño, emoción y artesanía en un recorrido visual inspirado en las grandes capitales europeas como Londres, París o Milán.
El recién inaugurado complejo, ubicado en pleno Paseo de la Castellana, se consolida así como el nuevo ‘place to be’ de Madrid, un espacio de usos mixtos que integra viviendas, oficinas, gastronomía, retail, bienestar y ocio en una manzana única, abierta y conectada por cuatro accesos. Esta singularidad arquitectónica ha servido de punto de partida para una instalación navideña que eleva el carácter sofisticado del proyecto.
Un bosque de luces y flores como hilo conductor
Avellaneda ha reinterpretado el tradicional árbol de Navidad a través de un bosque ordenado de árboles de diferentes alturas, concebido como un conjunto escenográfico que genera ritmo, profundidad y una experiencia envolvente para el visitante. Una vez finalizada la temporada, estos árboles serán replantados en viveros, reforzando el compromiso sostenible del proyecto.
El elemento más reconocible de la propuesta son las grandes flores artesanales de papel, creadas por un maestro artesano y convertidas en seña de identidad del diseñador. Estas piezas, presentes en muchas de sus colecciones, actúan aquí como hilo conductor de una narrativa visual elegante, poética y emocional. “Con esta instalación busco que NUGA Castellana sea un lugar que invite a soñar, un bosque de luces y flores lleno de armonía y emoción”, explica Avellaneda.
Un recorrido inmersivo por los espacios clave
La decoración navideña se despliega de forma integral por la entrada principal, el lobby, El Callejón y los accesos desde Doctor Fleming 39-47 y Carlos Maurrás 7, creando continuidad visual desde cualquier punto de acceso. El resultado es un paseo inmersivo que acompaña al visitante y potencia la experiencia de descubrimiento del complejo.
Especial protagonismo adquiere El Callejón, el eje gastronómico de NUGA Castellana, donde la intervención estética dialoga con la oferta culinaria y convierte el espacio en un lugar idóneo para los encuentros y celebraciones propias de estas fechas. “Mi intención era crear una instalación que no imponga, sino que invite a entrar, pasear y dejarse emocionar”, subraya el diseñador.
NUGA Castellana, nuevo polo urbano y gastronómico
El proyecto, desarrollado por PIMCO Prime Real Estate, ha unificado más de once edificios para crear un entorno urbano contemporáneo caracterizado por arquitectura moderna, espacios verdes, luz natural y zonas abiertas. Su ambición es convertirse en el nuevo distrito foodie del norte de Madrid, sumando a restaurantes consolidados como Ugo Chan y L’Entrecôte de París nuevas propuestas como VRRO, Monster Sushi o Ditaly.
Con la firma de Juan Avellaneda, NUGA Castellana refuerza su posicionamiento como uno de los destinos más interesantes de la ciudad durante la Navidad, ofreciendo una experiencia estética y sensorial que combina diseño, cultura y gastronomía en pleno corazón de Madrid.
