Cineteca Madrid acogerá, del 11 al 14 de diciembre, la octava edición de Animario, el Festival Internacional de Animación Contemporánea de Madrid, organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento. Dirigido y comisariado por Carolina López, el certamen se ha consolidado como una de las citas más destacadas del panorama europeo de animación de autor.
Este año, México será el país invitado, en una edición que combina proyecciones, talleres, encuentros y retrospectivas, con la presencia de destacados creadores internacionales.
Un festival que celebra la creatividad sin fronteras
Bajo la premisa de defender la animación como arte y medio de expresión contemporáneo, Animario 2025 reivindica la autoría y la experimentación en un momento de transformación tecnológica.
El festival ofrecerá una amplia programación que abarca desde el stop motion hasta el documental animado, pasando por el collage digital y las nuevas narrativas híbridas.
Entre sus principales galardones destacan el Premio Animario a la Producción de Animación, dotado con 18.000 euros, y el Premio al Mejor Cortometraje Internacional, con 5.000 euros, ambos destinados a impulsar el talento emergente y la creación independiente.
Apertura con Sylvain Chomet y clausura con Ugo Bienvenue
La inauguración estará marcada por el estreno en Madrid de “Marcel et Monsieur Pagnol”, la nueva película del cineasta francés Sylvain Chomet, autor de Les Triplettes de Belleville y El ilusionista.
El largometraje rinde homenaje al dramaturgo y cineasta Marcel Pagnol, figura esencial de la cultura francesa, en una obra que mezcla lirismo y memoria popular.
El festival se clausurará con “Arco”, de Ugo Bienvenue, ganadora del Gran Premio en Annecy 2025. La película propone una fascinante reflexión visual sobre la identidad, la tecnología y la pertenencia, ambientada en un universo de fantasía futurista.
Durante la gala final se proyectará además “Algo en la casa”, de Carla Pereira, cortometraje ganador del Premio Animario a la Producción de Animación 2024.
México, país invitado: una mirada vibrante y poética
El ciclo internacional México, ¡viva la vida!, inspirado en la célebre frase de Frida Kahlo, mostrará la fuerza creativa del cine animado mexicano.
Con la colaboración del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), el programa incluirá largometrajes como “Home is Somewhere Else”, de Carlos Hagerman; “La gran historia de la filosofía occidental”, de Aria Covamonas; y “Soy Frankelda”, primera película en stop motion producida en México, recomendada por Guillermo del Toro.
Asimismo, el festival contará con la presencia de Juan Medina, referente del stop motion y colaborador en Pinocho, y del propio Hagerman, quien impartirá el taller Animación documental.
Animario PRO: espacio de encuentro entre profesionales
La sección Animario PRO, desarrollada con la colaboración de Madrid Film Office, volverá a reunir a profesionales, productores y estudiantes en torno al intercambio de experiencias y conocimientos.
Destacan las charlas con Chelo Loureiro, Alberto Vázquez y Irene Iborra, así como las sesiones organizadas junto a Píxel Clúster, MIA (Mujeres en la Industria de la Animación) y RTVE Clan, que abordarán el futuro de los contenidos animados y la diversidad en la industria.
Una propuesta para todos los públicos
El apartado Animario en familia ofrecerá proyecciones pensadas para todos los públicos, como “Olivia y el terremoto invisible”, de Irene Iborra, o “Amélie et la Métaphysique des tubes”, de Liane-Cho Han y Mailys Vallade.
El programa se completa con talleres participativos, entre ellos “1 punto, 1 línea”, impartido por Daniel Tornero, que invita a experimentar con la animación abstracta y el sonido.
Premios, jurado y compromiso con la libertad artística
El jurado del Premio al Mejor Cortometraje Internacional estará formado por Igor Prassel, Irene Iborra y Juan Medina, mientras que el del Premio a la Producción de Animación lo integran Carla Pereira, Guillermo García Carsí y Nuria González Blanco.
Animario reafirma así su vocación de impulsar la creación independiente y la libertad artística, consolidándose como un punto de encuentro para quienes entienden la animación no solo como técnica, sino como lenguaje cultural y emocional.