El municipio madrileño dará el pistoletazo de salida al fin oficial de la temporada de baño con un gesto refrescante y tierno: el próximo domingo 31 de agosto, el emblemático recinto de agua salada abrirá sus puertas para un día muy especial en el que las mascotas serán las grandes protagonistas.
Un chapuzón con causa: diversión y solidaridad familiar
Bajo el nombre de ‘Al Agua Perros’, esta iniciativa impulsada por la Concejalía de Bienestar Animal permitirá a perros y familias disfrutar juntos de la piscina municipal de agua salada entre las 10:00 y las 21:00 horas, justo antes de clausurar la temporada veraniega.
La entrada para los canes será gratuita, aunque los dueños podrán hacer donativos voluntarios destinados a las entidades protectoras de Parla, que colaboran durante la jornada.
Reglas claras para una convivencia segura
Para asegurar que el día transcurra sin contratiempos, se han establecido normas precisas:
- Los perros deben estar identificados con microchip, vacunados y desparasitados (internamente y externamente)
- Deben ir acompañados siempre por una persona mayor de edad, acompañada de la documentación correspondiente.
- Los animales catalogados como potencialmente peligrosos (según la Ley 50/1999 y el RD 287/2002) deberán llevar bozal y correa, y cumplir con la normativa legal.
- Está prohibida la entrada de hembras en celo, y es vital recoger los excrementos con responsabilidad.
- Se habilitará una zona vallada donde los perros podrán estar sueltos, salvo en el caso de perros nerviosos o peligrosos.
- También es necesario llevar un recipiente o bol con agua para mantener hidratadas a las mascotas.
Este enfoque busca garantizar la armonía entre todos los asistentes y proporcionar una experiencia segura y agradable.
Diversión, conciencia y cierre de temporada
Además de un día refrescante y lúdico, ‘Al Agua Perros’ encarna valores como la solidaridad, el respeto al bienestar animal y la convivencia vecinal. El evento ofrece una oportunidad única para reconectar con nuestras mascotas en un entorno pensado para ellas, al tiempo que se apoya a las asociaciones protectoras locales.
Este emotivo cierre de temporada convertirá la piscina de agua salada —una instalación con más de 3.000 m², playa con arena y tobogán— en un escenario inolvidable para las familias parleñas que buscan un verano compartido con sus mascotas
