El Ayuntamiento de Getafe ha interpuesto un recurso de reposición contra las licencias otorgadas a los macroeventos Mad Cool y Reggaeton Beach Festival, celebrados en el espacio Iberdrola Music en Villaverde, por los “graves perjuicios” ocasionados a los vecinos y vecinas de la ciudad, especialmente en los barrios colindantes como Getafe Norte, Los Molinos y Perales del Río.
La decisión del Gobierno municipal llega después de que el Pleno municipal aprobara una proposición para rechazar este modelo de macroeventos, con el apoyo de todos los grupos políticos excepto el Partido Popular. En dicha proposición, se criticaba la falta de atención por parte del Ayuntamiento de Madrid a las consecuencias derivadas de estos eventos, que congregaron a más de 250.000 personas en total, con una media diaria de 50.000 asistentes.
Ruidos por encima de la normativa
El recurso se basa en un informe negativo de la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Getafe, que documenta niveles de ruido por encima de la normativa durante la celebración de ambos festivales en el mes de julio. Las mediciones fueron realizadas tanto en exteriores como en el interior de viviendas de Getafe Norte, constatando el impacto acústico sobre los residentes.
La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha insistido en que la ciudad no se opone a la celebración de eventos culturales, pero sí a que se hagan sin consenso y sin tomar en cuenta el bienestar de los vecinos. “Los vecinos y vecinas merecen disfrutar de su ciudad sin las molestias para el descanso y la movilidad que ocasionan estos eventos”, declaró.
Falta de coordinación y efectos colaterales
Desde el Ayuntamiento también se critica que, pese a mantener reuniones previas de coordinación con las administraciones implicadas, ninguna de las propuestas de Getafe fue aceptada para minimizar las molestias. Entre los efectos colaterales destacan cortes de tráfico en la M-45, que impidieron la movilidad de más de 20.000 personas, y la utilización de zonas del municipio como aparcamientos improvisados para los asistentes.
La alcaldesa ha denunciado públicamente la “connivencia del Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad y la Delegación del Gobierno” en la consolidación de un modelo que, según ella, beneficia a Madrid pero perjudica directamente a Getafe. “Nuestra ciudad se convierte en zona de paso, punto de acceso y receptor de molestias, mientras no se tiene en cuenta su voz ni sus necesidades”, reprochó Hernández.
Críticas al modelo de ocio “privado” impuesto
El gobierno municipal considera que los festivales privados celebrados en Villaverde deben gestionarse con criterios que garanticen el equilibrio entre el derecho al ocio y el derecho al descanso. Hernández subrayó que Getafe “no se opone a la cultura ni al ocio”, pero exige respeto a su ciudadanía y ha calificado la situación como una lucha de “David contra Goliat”, en alusión a la desproporción de fuerzas entre Getafe y las administraciones responsables del recinto.
Además, ha lamentado que el municipio se haya visto obligado a reforzar servicios como la Policía Local y la limpieza, con un coste económico adicional, sin haber participado en la toma de decisiones que afectan directamente a su territorio.
Getafe espera que el recurso sirva para revisar las condiciones en las que se celebran estos macroeventos y para establecer mecanismos de coordinación real entre ayuntamientos. “Getafe tiene voz propia y la va a usar para defender los derechos de sus vecinos”, ha sentenciado la alcaldesa.