Albergues de Vallecas y Parque de las Avenidas

El propietario de los cuestionados albergues de Vallecas y Parque de las Avenidas anuncia su traspaso tras meses de conflicto vecinal

Los hostales del distrito de Salamanca y Vallecas salen al mercado por 820.000 y 440.000 euros en plena controversia por su uso real y las licencias municipales

 

Hostels Velvet Vallecas
photo_camera Hostels Velvet Vallecas

El dueño de los controvertidos albergues del Parque de las Avenidas, en el distrito de Salamanca, y de la Avenida de Pablo Neruda, en Vallecas, ha anunciado oficialmente el traspaso de ambos establecimientos, una decisión que llega tras meses de protestas vecinales, denuncias administrativas y sospechas sobre su verdadero uso.

Según los anuncios publicados en portales inmobiliarios como Idealista, el hostel de la Avenida de Baviera, en el barrio de La Guindalera, se ofrece por 820.000 euros, además de un alquiler mensual de 6.100 euros. El establecimiento de Vallecas, por su parte, se traspasa por 440.000 euros, con una renta de 3.630 euros al mes e incluye un bar anexo de 55 metros cuadrados.

Anuncio Idealista
Anuncio Idealista

Los anuncios presentan ambos negocios como oportunidades de inversión “listas para operar”, aunque para los vecinos la venta supone la confirmación de que el proyecto nunca tuvo viabilidad como alojamiento turístico convencional.

Anuncio Idealista
Anuncio Idealista

Sospechas sobre un uso encubierto como centro de acogida

Las asociaciones vecinales del Parque de las Avenidas sostienen que el objetivo inicial del propietario, Mohamed Ibrahim Zakaria, no era atraer turistas, sino destinar los inmuebles a la acogida de inmigrantes en situación irregular, al amparo de posibles acuerdos con organizaciones como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

De hecho, el albergue de Baviera estuvo inicialmente vinculado a un programa de alojamiento temporal de solicitantes de asilo, financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, aunque finalmente CEAR descartó el local por no cumplir los requisitos necesarios. Pese a ello, el hostel abrió el 26 de septiembre sin licencia de funcionamiento, que no fue concedida hasta noviembre, lo que incrementó la indignación vecinal.

Los residentes denuncian además que el establecimiento es fruto de la unión de tres locales en un edificio residencial, lo que ha provocado ruidos y molestias continuas, incompatibles —aseguran— con el uso turístico autorizado.

Vallecas, antecedente clave del conflicto

El hostel de Vallecas funcionó durante año y medio como centro de acogida de inmigrantes llegados en patera, hasta que este verano cerró sus puertas. El Ministerio de Inclusión decidió prescindir del recurso y trasladar a los alojados fuera de la Comunidad de Madrid. A diferencia de Salamanca, en Vallecas no se produjeron protestas vecinales, aunque los residentes del Parque de las Avenidas consideran este caso una prueba del uso real que se pretendía repetir.

Los vecinos recuerdan que en Vallecas se produjeron inspecciones y detección de irregularidades que no derivaron en sanciones ni cierres definitivos, un hecho que refuerza su desconfianza hacia la actuación de las administraciones.

Posturas enfrentadas entre vecinos y Ayuntamiento

Mientras los residentes preparan un recurso contencioso-administrativo contra la concesión de la licencia, el Ayuntamiento de Madrid mantiene que no ha recibido denuncias formales una vez en funcionamiento el hostel. El delegado de Urbanismo, Borja Carabante, aseguró recientemente que “los vecinos se han dado cuenta de que esta actividad no genera las molestias que pensaban”.

Sin embargo, los afectados discrepan y advierten de que el bajo nivel de ocupación turística y los precios elevados evidencian que el modelo económico no es viable como hostel estándar. Así se reflejó también en un programa reciente de RNE, donde se apuntó que el traspaso refuerza la tesis vecinal de una premisa falsa en el origen del proyecto.

Un conflicto aún abierto

Además del procedimiento judicial, la comunidad de propietarios de Baviera, 9 prepara acciones legales por obras realizadas en la fachada sin autorización. Pese al anuncio de traspaso, los vecinos aseguran que mantendrán la presión legal y administrativa para evitar que el inmueble vuelva a destinarse a un uso que consideran incompatible con el entorno residencial.

La salida al mercado de ambos albergues marca un nuevo capítulo en un conflicto urbano que ha reabierto el debate sobre los límites entre uso turístico, recursos asistenciales y convivencia vecinal en Madrid.