El Movistar Estudiantes logró una victoria trabajada ante el UEMC Real Valladolid en un encuentro en el que fue de más a menos y tuvo que sufrir hasta el final para llevarse el triunfo. El equipo colegial dominó con claridad la primera mitad, pero vio cómo su rival recortaba distancias en el tercer cuarto y llegó a complicarle el partido en los últimos minutos. A pesar de la reacción pucelana, el Estu supo cerrar el choque con un gran esfuerzo defensivo y un triple decisivo de Francis Alonso.
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— Movistar Estudiantes (@MovistarEstu) February 12, 2025
Inicio arrollador del Estudiantes
El partido comenzó con un Movistar Estudiantes desatado. La conexión entre Jayson Granger y Kravic marcó el inicio del encuentro, permitiendo a los locales tomar ventaja rápidamente con un parcial de 9-2. El base uruguayo dirigía con maestría, sumando hasta nueve asistencias en el primer cuarto, mientras que Kravic y Alderete dominaban la pintura, combinándose para 22 puntos en los primeros 10 minutos.
Sin embargo, los despistes defensivos del Estudiantes permitieron al Valladolid mantenerse en el partido gracias a los triples liberados. Aun así, el equipo colegial cerró el primer cuarto con una ventaja de 26-20. En el segundo cuarto, la dinámica se mantuvo: los titulares del Estudiantes impusieron su superioridad, pero las segundas unidades equilibraron el duelo. Un inspirado Francis Alonso, junto a la inteligencia en la dirección de Granger, permitió al equipo de Pedro Rivero irse al descanso con una renta cómoda de 51-38.
Reacción del Valladolid y sufrimiento colegial
El paso por vestuarios cambió por completo la dinámica del encuentro. Valladolid salió con una marcha más y, gracias a dos triples consecutivos de Torres, redujo la diferencia a solo cinco puntos en los primeros minutos del tercer cuarto. El Magariños, que esperaba una segunda parte tranquila, se vio sorprendido por la intensidad de los pucelanos.
En medio del desconcierto local, apareció Juan Rubio para rescatar al Estudiantes con dos triples fundamentales que rompieron la sequía anotadora. A pesar de este impulso, el Valladolid siguió compitiendo y consiguió cerrar el tercer cuarto a solo cinco puntos de distancia (66-61), sembrando dudas en los locales.
Un final de infarto y una expulsión clave
El último cuarto fue una batalla de resistencia para el Estudiantes. A pesar de los destellos de Granger y Alderete, la tensión se elevó cuando el base uruguayo protestó una falta no señalada y fue expulsado por técnica descalificante. Sin su director de orquesta, los colegiales vieron cómo el Valladolid se colocaba a solo cuatro puntos, haciendo saltar las alarmas en el banquillo de Pedro Rivero.
Sin embargo, en el momento más delicado, el equipo estudiantil mostró su carácter. Kravic anotó un 2+1 clave, seguido de una bandeja de Juan Rubio, que devolvieron la tranquilidad al Estu. Finalmente, Francis Alonso selló el partido con un triple que puso la diferencia en 11 puntos, certificando la victoria por 87-76.
