El Flexicar Fuenlabrada inicia su andadura en la Primera FEB este sábado a las 18:30 horas en el pabellón Fernando Martín recibiendo al Melilla Ciudad del Deporte, un rival con experiencia y un estilo de juego alegre y ofensivo. Con el estreno liguero en casa, el entrenador Iñaki Martín asegura que el principal objetivo es “que la afición salga del pabellón orgullosa de su equipo”.
Un estreno marcado por ilusión y responsabilidad
Tras una pretemporada exigente y con altibajos, Martín reconoce que el equipo aún no está al cien por cien en lo técnico y táctico, pero sí en lo anímico: “A nivel mental y de ilusión estamos preparados”. El técnico insiste en que el debut no solo genera ilusión, sino también responsabilidad, al tratarse del primer partido oficial en casa.
La identidad del equipo: intensidad y agresividad
El entrenador del conjunto fuenlabreño es claro sobre lo que espera de sus jugadores: “Intensidad y agresividad desde el primer minuto del partido”. Aunque admite que cuentan con un roster corto, considera que esa limitación debe convertirse en la seña de identidad del grupo, junto al perfeccionamiento progresivo de los sistemas ofensivos y defensivos trabajados durante las últimas semanas.
Un rival con ritmo y versatilidad
El Melilla Ciudad del Deporte se presenta como un equipo peligroso, con un estilo alegre, veloz y versátil. “No es un recién ascendido al uso”, advierte Martín, destacando su capacidad para jugar con cuatro abiertos, incluso con pívots con rango exterior, lo que les otorga gran flexibilidad. El técnico señala especialmente a su pareja de bases, Javi García y Christian Díaz, a sus tiradores de perímetro y a su capacidad de rebote ofensivo como factores determinantes del encuentro.
El valor de jugar en casa
Para el técnico, el Fernando Martín supone un plus de energía, aunque también de responsabilidad: “Jugar en casa siempre es mejor que jugar fuera, pero tienes más responsabilidad. Espero que el sábado la afición salga orgullosa de su equipo”. La conexión con la grada será clave para arrancar con buen pie en la competición.