Movistar Estudiantes regresó a la competición con una victoria importante y necesaria en Palma (64-68), un duelo donde los colegiales dominaron durante gran parte del encuentro, administraron ventajas y resistieron un arreón final del conjunto balear que apretó el marcador en los últimos instantes. Los madrileños, más regulares y sólidos durante 35 minutos, firmaron un partido coral que vuelve a dar oxígeno tras semanas de dudas.
El inicio favoreció al Palmer Mallorca con un 6-2 que obligó al Estu a ajustar sensaciones, pero la respuesta no tardó en llegar. Con Vaulet marcando el ritmo ofensivo y una defensa agresiva, los de Pedro Rivero cerraron el primer cuarto por delante (12-17). A partir de ahí, el dominio visitante creció con un parcial de 0-8 que disparó la ventaja (12-25), cimentada en circulación de balón (20 asistencias al final) y producción repartida. Garino y Vaulet ampliaron diferencias y el descanso llegó con un sólido 27-38 para los madrileños.
El tercer cuarto mantuvo el guion: Palma se acercó a seis puntos (39-45), pero entonces aparecieron McGrew, Silverio y Nwogbo para devolver aire a los colegiales, que cerraron el periodo con el duelo controlado 42-56. De hecho, Estudiantes llegó a mandar por +16 (52-68) ya en el último cuarto, una ventaja que parecía definitiva… hasta que no lo fue.
La relajación visitante y la insistencia local forjaron un 14-3 en los minutos finales que llevó el choque a un final tenso. Palmer apretó hasta el 64-68, pero Estudiantes supo cerrar el encuentro con temple y control defensivo, evitando el vuelco definitivo.
Más allá del susto final, el balance colegial fue notable: 10 jugadores anotaron, Silverio fue el máximo anotador con 11 puntos y el equipo mostró solidez atrás, lectura colectiva y variantes interiores con McGrew como cinco ante los problemas de faltas de Nwogbo. Buen trabajo en el rebote, energía defensiva y un triunfo que refuerza sensaciones pese al flojo porcentaje exterior (7/25 en triples).
Palma, mermado por bajas y con plantilla en reconstrucción, encontró en Atencia (20 puntos) y Camacho (17) sus pilares competitivos, pero no logró sostener el ritmo colegial durante todo el partido. Para Movistar Estudiantes, la victoria supone un paso adelante, la séptima en diez jornadas, que mantiene al equipo metido en la pelea por los puestos de privilegio de la Primera FEB.
El próximo reto será en casa: domingo 14 de diciembre a las 11:30h en Movistar Arena ante Grupo Ureta Tizona Burgos, un duelo directo para medir el momento real del conjunto del Ramiro.
