Joaquín Sabina ha vuelto a conquistar Madrid. Lo ha hecho en el primero de los conciertos que ofrecerá en la capital dentro de su gira de despedida, Hola y adiós, con un lleno absoluto en el Movistar Arena y el público en pie desde la primera canción. A sus 76 años, el cantautor jienense ofreció un espectáculo cargado de nostalgia, poesía, ironía y complicidad, sellando un reencuentro con la ciudad a la que, según dijo, le debe “todo lo que soy, incluidas mis canciones”.
“Por fin en Madrid. Esta es mi última gira, pero me quedan algunos conciertos más aquí, en la ciudad que elegí para vivir”, confesó Sabina tras abrir con Yo me bajo en Atocha, una declaración de amor a la capital. El concierto comenzó con la proyección de Un último vals, uno de sus últimos videoclips, dirigido por Fernando León de Aranoa y con la participación de amigos como Serrat, Calamaro, Leiva o Darín, que marcó el tono íntimo y evocador de la velada.
Acompañado por siete músicos y ovacionado por 12.000 asistentes, Sabina repasó durante más de dos horas una selección de sus grandes himnos, entre los que no faltaron 19 días y 500 noches, ¿Quién me ha robado el mes de abril?, Calle Melancolía o Contigo.
El escenario, sobrio y con su nombre en letras rojas, se llenó con la voz y presencia del artista, que permaneció sentado durante todo el concierto. Aunque se ausentó brevemente en dos ocasiones, mantuvo en todo momento el magnetismo y la conexión con un público entregado, muchos de ellos con el característico bombín negro que ha inmortalizado su figura.
Sabina también hizo guiños personales: dedicó ¿Quién me ha robado el mes de abril? a Luis García Montero y Benjamín Prado, y Calle Melancolía a figuras como la periodista Mónica Carrillo. Entre risas y reflexiones, confesó estar rescatando canciones antiguas con nuevos arreglos: “para que no sean tan aburridas”, bromeó.
La recta final del concierto incluyó algunos de sus himnos más coreados: Noches de boda, Y nos dieron las diez, Y sin embargo, Contigo y, como colofón, Princesa, con la que se despidió entre aplausos, vítores y gritos de “¡otra!” por parte de un público emocionado.
El tour Hola y adiós comenzó en febrero en América Latina y Estados Unidos, y tras recorrer países como México, Colombia, Chile o Argentina, ha iniciado su tramo europeo en España, con Gran Canaria y Málaga como primeras paradas. La gira culminará en noviembre, marcando el adiós definitivo de Joaquín Sabina a los escenarios.
Un adiós que, en Madrid, sonó más a gratitud que a despedida.