Ante la llegada de la primera ola de calor del verano, que se extenderá desde este sábado hasta el próximo 1 de julio, los médicos de familia han lanzado una advertencia clara: es vital extremar las precauciones para evitar los peligrosos efectos del calor extremo, especialmente entre los colectivos más vulnerables.
Así lo ha recordado este viernes la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que insta a la población a adoptar medidas de protección frente a los golpes de calor y otras consecuencias derivadas de las altas temperaturas.
Según la semFYC, las temperaturas elevadas previstas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pueden provocar síntomas que muchas veces pasan desapercibidos, como cansancio, mareos o dolor de cabeza, y que podrían derivar en cuadros graves si no se actúa a tiempo. De hecho, en los veranos de 2022 y 2023, las urgencias hospitalarias aumentaron un 10% debido a dolencias relacionadas con el calor.
Más de 3.000 muertes atribuibles al calor en 2023
El sistema de monitorización MoMo, del Ministerio de Sanidad, revela que el exceso de temperaturas causó 3.009 muertes en España en 2023, el 66% de ellas en agosto. Unas cifras que, según los expertos, reflejan la creciente amenaza de las olas de calor sobre la salud pública, especialmente en personas mayores, embarazadas, lactantes, enfermos crónicos o quienes toman medicación que incrementa la sensibilidad al calor.
Entre los principales riesgos asociados al calor, los médicos señalan la deshidratación, los calambres musculares, los edemas, las enfermedades dermatológicas, los accidentes cerebrovasculares, el aumento de partos prematuros y los fallos multiorgánicos que pueden derivarse de un golpe de calor no tratado.
Recomendaciones clave para evitar golpes de calor
La semFYC ha compartido una batería de consejos prácticos para reducir los riesgos durante los días de altas temperaturas:
- Hidratación constante: beber agua con frecuencia, aunque no se tenga sed, y evitar bebidas alcohólicas o estimulantes.
- Evitar la exposición solar directa, especialmente entre las 12 y las 18 horas.
- Utilizar ropa ligera y de colores claros para facilitar la transpiración y protegerse del sol.
- Hacer pausas frecuentes en lugares frescos si se realizan tareas físicas o se trabaja al aire libre.
- Evitar el ejercicio físico en las horas centrales del día.
- Atención a colectivos vulnerables: vigilar especialmente a menores de 4 años, personas mayores, embarazadas y pacientes crónicos.
- Revisar la medicación habitual con el médico de familia, ya que algunos fármacos aumentan el riesgo de sufrir un golpe de calor.
Asimismo, la sociedad médica aconseja acudir al centro de salud o contactar con emergencias si se presentan síntomas como fiebre alta, piel caliente y enrojecida, confusión, pérdida de conciencia o dificultad para respirar.
La importancia de los refugios climáticos y las redes de apoyo
Desde semFYC también se subraya la necesidad de contar con recursos comunitarios que protejan a la población más vulnerable, como los refugios climáticos, el bono social térmico y una mejor planificación urbana y energética. Además, piden implicación de las redes sociales de apoyo para detectar situaciones de riesgo y acompañar a quienes viven solos.
Finalmente, la organización médica recuerda que el cambio climático está detrás del aumento y la intensidad de las olas de calor, por lo que urgen a los poderes públicos a aplicar medidas estructurales como la reducción de emisiones contaminantes, la mejora del acceso a fuentes de energía sostenibles y la transformación del entorno urbano para hacerlo más resiliente al calor.
