La Policía Nacional ha detenido este viernes a una pareja de nacionalidad española y a una menor de edad por sustraer a un recién nacido del Hospital General Universitario Gregorio Marañón sin el consentimiento médico, tras negarse a que se le practicara la prueba del talón, una evaluación esencial del cribado metabólico neonatal que permite detectar enfermedades congénitas graves.
Los hechos ocurrieron en torno a las 9:30 horas, cuando los progenitores –una mujer de 37 años y un hombre de 45– iniciaron una discusión con el personal sanitario al oponerse a que su bebé, nacido esa misma madrugada, se sometiera al protocolo médico habitual tras el parto. En un momento de tensión, la pareja, acompañada de una adolescente de 17 años, cogió al recién nacido en brazos y abandonó el hospital precipitadamente.
El equipo de seguridad del centro alertó de inmediato a la Policía Nacional, que desplegó un dispositivo de localización en la zona. Minutos después, los agentes interceptaron al grupo en las inmediaciones del hospital y procedieron a su detención. Los tres implicados fueron acusados de un presunto delito contra los derechos y deberes familiares, tipificado en el Código Penal, y fueron trasladados a dependencias policiales.
El bebé fue devuelto inmediatamente al centro sanitario, donde los profesionales de neonatología le realizaron una valoración médica para asegurar su correcto estado de salud y garantizar la continuidad del seguimiento clínico.
Según fuentes policiales, los padres del menor cuentan con numerosos antecedentes, lo que agrava su situación legal ante un comportamiento que ha vulnerado no solo la normativa hospitalaria, sino también los principios básicos de protección del menor.
La prueba del talón, eje del conflicto, es una punción en el talón del recién nacido para obtener unas gotas de sangre con las que detectar a tiempo más de 20 enfermedades metabólicas y genéticas, como el hipotiroidismo congénito o la fenilcetonuria. En uno de los casos recientes, esta prueba permitió diagnosticar en Madrid el primer caso conocido del “síndrome del niño burbuja”, lo que refuerza su valor diagnóstico precoz.
El incidente ha generado inquietud en el entorno sanitario, que recuerda la importancia de respetar los protocolos médicos, especialmente en los primeros días de vida, cuando los controles clínicos resultan fundamentales para la salud y el desarrollo del recién nacido.
Las autoridades judiciales determinarán ahora la situación legal de los tres detenidos, mientras que los servicios sociales están evaluando las medidas de protección necesarias para garantizar el bienestar del menor.
