La Policía Nacional ha detenido a una pareja acusada de robar cinco relojes de lujo valorados en más de 200.000 euros en la vivienda del exfutbolista Iker Casillas, situada en la urbanización Los Álamos de Bularas, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), un complejo ajeno a LaFinca, donde inicialmente se había señalado que se produjo el suceso.
La principal sospechosa es una empleada de limpieza de nacionalidad paraguaya, que trabajaba desde hace cinco años en el domicilio del exguardameta del Real Madrid. Su marido, de origen español, también ha sido arrestado como presunto cómplice. Según fuentes policiales, el hombre no era vigilante de seguridad, como se había informado en un principio, sino auxiliar, y prestaba servicio en la urbanización Prado del Rey desde hace varios años.
Un robo meticuloso con relojes sustituidos por imitaciones
Los investigadores sostienen que la empleada aprovechó su conocimiento del interior de la vivienda para sustraer los relojes entre el 15 y el 16 de octubre, sustituyendo los originales por imitaciones de bajo coste con el fin de no despertar sospechas. El Grupo de Robos de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría General de Policía Judicial dirige la investigación.
La pareja habría diseñado un plan meticuloso para desmontar las piezas originales y venderlas por separado, aumentando así el beneficio económico y dificultando su rastreo. Entre los objetos sustraídos se encuentra un Rolex de oro valorado en 50.000 euros, además de varios relojes con grabados alusivos a títulos deportivos ganados por Casillas. Hasta el momento, la Policía ha recuperado dos relojes completos y piezas sueltas del resto.
Casillas descubrió el engaño al detectar falsificaciones
El caso se destapó cuando Iker Casillas, apasionado coleccionista de relojes, detectó que algunas piezas de su colección eran falsificaciones. Ante la sospecha de un robo, el exfutbolista interpuso una denuncia, y los agentes prepararon una operación encubierta que permitió detener a la empleada y a su marido el pasado martes, justo cuando planeaban abandonar el país.
Durante el registro en su domicilio, los investigadores hallaron relojes falsificados y herramientas para manipular piezas originales, lo que refuerza la tesis de que la pareja formaba parte de una actividad ilícita organizada.
El exfutbolista, impactado por la traición de su entorno de confianza
Fuentes próximas al exjugador señalan que Casillas se encuentra “profundamente dolido y sorprendido”, no solo por el valor económico de lo robado, sino por la traición personal de dos personas en las que había depositado su plena confianza. La empleada trabajaba en su casa desde hace años, y la pareja mantenía una relación cercana con el exdeportista.
La pareja ha pasado ya a disposición judicial, mientras la investigación continúa abierta para determinar si existen más implicados o si parte de los relojes fue ya vendido en el mercado negro.
