Un equipo de cirujanos cardiacos pediátricos del Hospital público 12 de Octubre ha realizado con éxito una intervención de alta complejidad en un bebé prematuro de 21 días y 800 gramos de peso, que se encontraba ingresado en el Hospital Universitario de Burgos. La operación fue necesaria para corregir un ductus arterioso persistente, una malformación congénita del corazón que pone en riesgo la vida del recién nacido.
La inestabilidad clínica extrema del paciente impedía su traslado a Madrid, por lo que los especialistas se desplazaron hasta la capital burgalesa para realizar la operación in situ, en una actuación coordinada con los equipos locales de Anestesia, Neonatología y Enfermería. La intervención no se llevó a cabo en un quirófano convencional, sino directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, dadas las condiciones delicadas del bebé.
Una malformación común, pero crítica en prematuros
El ductus arterioso persistente es una afección en la que una apertura entre los vasos principales del corazón no se cierra tras el nacimiento, como debería ocurrir de forma natural. Esta situación provoca que se mezcle sangre oxigenada con sangre sin oxigenar, reduciendo la cantidad de oxígeno disponible para el organismo y poniendo en peligro la función cardíaca y respiratoria del recién nacido.
En bebés de menos de 1.500 gramos, como en este caso, no es viable la corrección mediante cateterismo, por lo que se optó por la ligadura quirúrgica del ductus, una técnica altamente especializada que estabilizó al bebé y permitió mejorar su ventilación asistida. Actualmente, el pequeño evoluciona favorablemente tras la operación.
Experiencia de referencia nacional
El Servicio de Cirugía Cardiaca Pediátrica del Hospital 12 de Octubre es uno de los más reconocidos de España. Sus profesionales cuentan con una alta capacitación y experiencia en casos de gran complejidad, como el abordado en Burgos. El equipo ha demostrado ser un referente nacional por su capacidad para operar a neonatos extremadamente prematuros y de muy bajo peso, empleando tecnología de vanguardia y tratamientos de última generación.
No es la primera vez que estos especialistas se desplazan fuera de su hospital de origen para intervenir a pacientes en situación crítica. En 2021 ya realizaron una operación similar en el mismo hospital burgalés a un bebé de apenas 600 gramos y 25 semanas de gestación, también con éxito.
Este tipo de actuaciones coordinadas entre comunidades autónomas y hospitales del sistema público demuestra la fortaleza del modelo sanitario colaborativo y la capacidad de respuesta de la sanidad madrileña en casos de alta especialización médica, incluso fuera de su territorio.
