El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido no abrir una crisis de Gobierno a corto plazo tras la entrada en prisión provisional de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, imputado por presuntas mordidas en adjudicaciones públicas dentro del llamado 'caso Delorme'.
“Estamos preparados para las malas noticias”, señalan fuentes del Gobierno, que remarcan que “los hechos son muy graves”, pero que la respuesta ha sido inmediata y contundente. Desde el Ejecutivo recuerdan que Cerdán fue apartado de su cargo en cuanto se conoció el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. “Santos ha engañado a mucha gente”, lamentan desde Moncloa.
Renovación interna en el PSOE, no en el Gobierno
La estrategia de Sánchez pasa ahora por una reforma orgánica del partido, que se abordará el sábado 5 de julio durante el Comité Federal del PSOE. La remodelación se centrará en el área de Organización, que actualmente lidera un equipo interino coordinado por Cristina Narbona, junto con Borja Cabezón, Montse Mínguez y Ana María Fuentes en el plano técnico.
Este equipo analiza “con detenimiento” toda la gestión que realizó Cerdán en el partido y, por ahora, no ha detectado irregularidades. Aun así, se mantiene la auditoría externa de las cuentas del PSOE anunciada por Sánchez, con el objetivo de ofrecer plena transparencia y control interno.
Sánchez prepara medidas contra la corrupción y refuerza su agenda social
De cara a su comparecencia ante el Congreso el próximo 9 de julio, el presidente del Gobierno prepara nuevas medidas legislativas para combatir la corrupción, recogiendo algunas de las propuestas trasladadas por los grupos parlamentarios en los últimos días.
Entre las iniciativas que están sobre la mesa destaca la posible inclusión de la abolición de la prostitución, una demanda histórica de parte del PSOE que ya fracasó en intentos anteriores por falta de apoyos parlamentarios. Fuentes gubernamentales indican que Sánchez sopesa reintegrar esta medida en su agenda legislativa si logra consensos suficientes.
Además, el presidente busca reforzar la agenda social como respuesta al desgaste que ha supuesto el caso Cerdán para el Ejecutivo. “Queremos demostrar que respondemos con hechos”, subrayan fuentes del entorno presidencial.
Moncloa defiende la gestión de la crisis
Desde el Ejecutivo insisten en que Pedro Sánchez desconocía los hechos presuntamente delictivos cometidos por Cerdán y recalcan que la ratificación de su cargo en el pasado se debió precisamente a la falta de información en aquel momento.
“No queremos caer en el ‘y tú más’ que promueve la derecha”, afirman desde Moncloa, donde aseguran que la diferencia está en cómo se reacciona: “Nosotros lo hicimos desde el minuto cero”.
Pese a que no se descarta que en un futuro se puedan producir movimientos dentro del Ejecutivo, Sánchez mantiene su hoja de ruta sin variaciones a corto plazo, centrado en garantizar la estabilidad del Gobierno de coalición y en preservar el apoyo parlamentario de sus socios.