Vecinos Madrid

Vecinos de Ventas y Ciudad Lineal se movilizan contra el Parque Ventas por su elevado coste, impacto ambiental y falta de beneficios reales

El proyecto de transformación urbana Parque Ventas

El proyecto para cubrir la M-30 arranca entre protestas ciudadanas, que denuncian gentrificación, tala de árboles y ausencia de diálogo vecinal

La tensión vecinal en los barrios de Ventas, Ciudad Lineal y Salamanca ha escalado este fin de semana tras el anuncio oficial del inicio de las obras del Parque Ventas, un ambicioso proyecto urbanístico que cubrirá un tramo de la M-30 con una plataforma ajardinada de más de 16.000 metros cuadrados. Lo que el Ayuntamiento de Madrid ha definido como una operación de “naturalización urbana y conexión territorial” ha sido duramente criticado por asociaciones vecinales, colectivos sociales y partidos políticos, que denuncian que se trata de una obra innecesaria, costosa e impulsora de la especulación inmobiliaria.

Este domingo se ha celebrará la primera gran movilización ciudadana, convocada por la Plataforma de Afectados por la M-30, con el apoyo de organizaciones como Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Izquierda Unida y Más Madrid. La marcha, de carácter “festivo-informativo”, ha recorrido varias calles colindantes al proyecto bajo el lema: “La losa de Ventas, no en nuestro nombre”.

Los vecinos critican que el proyecto, con un presupuesto de 78,9 millones de euros, “no responde a ninguna necesidad real del vecindario” y que su desarrollo relega otras prioridades urgentes de los distritos, como centros educativos, instalaciones deportivas o centros de mayores. Según los organizadores, el 60 % del presupuesto de la Junta de Salamanca y el 30 % del de Ciudad Lineal durante los próximos tres años irá destinado a esta intervención.

Además, denuncian que el Ayuntamiento ha mantenido opacidad informativa durante todo el proceso, negándose a facilitar la documentación técnica y comunicando los cambios únicamente a través de los medios. Entre esos cambios, el Consistorio ha anunciado una reducción del presupuesto base de licitación y la plantación de 400 árboles adicionales, elevando la cifra total a 960 ejemplares, junto con la instalación de una pantalla vegetal de cipreses y un sistema de riego con agua regenerada.

Pero las modificaciones no han convencido. Los portavoces vecinales alertan de que la estructura, con una losa de 1,25 metros de espesor, no permitirá la plantación de árboles de gran porte ni garantizará una mejora real en la calidad del aire. Además, la circulación de vehículos bajo tierra no desaparecerá, sino que será canalizada, y las emisiones serán evacuadas al exterior a través de chimeneas, lo que “no elimina el problema, solo lo traslada”.

Otra de las críticas recurrentes es que el Parque Ventas se concibe como un nuevo foco de atracción turística, en lugar de priorizar la calidad de vida de los residentes. La instalación de un auditorio al aire libre con graderío de 300 metros cuadrados y de quioscos comerciales ha sido interpretada como una estrategia para aumentar la rentabilidad del suelo en detrimento del uso residencial.

Para la Plataforma, el proyecto fomentará la gentrificación, encarecerá el precio de la vivienda en los barrios limítrofes y supondrá la expulsión paulatina del vecindario tradicional. También alertan de la tala prevista de 54 árboles maduros, muchos de ellos de gran tamaño, que formaban parte del entorno natural y del patrimonio ambiental local.

Desde el Ayuntamiento, la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, ha defendido que se trata de una operación de transformación urbana que “conectará peatonal y paisajísticamente los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal”, siguiendo la línea de otras actuaciones como el Paseo Verde del Suroeste o el Parque Castellana.

Sin embargo, los vecinos consideran que el impacto de las obras –previstas para durar 29 meses y desarrollarse en parte en horario nocturno– será elevado, tanto en molestias por ruido como por afecciones al tráfico y pérdida de espacios públicos durante el tiempo de ejecución.

Como alternativa, la Plataforma propone inversiones más sostenibles y directas: mejoras en parques ya existentes, como el parque de Sancho Dávila, la Fuente del Berro o Antonio Pirala; y la creación de corredores verdes que conecten con zonas naturales como la Cuña Verde de O’Donnell, el parque del Calero o las Lagunas de Ambroz.

“Este proyecto no soluciona los problemas reales del barrio, solo nos los cambia de sitio”, afirman desde la organización vecinal. Y añaden: “Lo único positivo que ha traído es que nos ha unido como comunidad para defender nuestros barrios”.

La batalla vecinal por el futuro de Ventas y Ciudad Lineal acaba de comenzar, con el ruido de la maquinaria acercándose y la certeza de que, más allá del hormigón, lo que está en juego es el modelo de ciudad.