La Guardia Civil ha detenido a ocho personas en la Comunidad de Madrid por su presunta implicación en una veintena de hurtos cometidos mediante el conocido método de la siembra, en el marco de la operación Chullo, desarrollada por el Área de Investigación del Puesto Principal de Majadahonda.
La investigación comenzó en julio de 2024, tras varias denuncias de víctimas que alertaban sobre la sustracción de efectos personales de sus vehículos tras ser distrajidas por desconocidos en aparcamientos de supermercados, gasolineras y centros comerciales. La colaboración ciudadana y el análisis de imágenes de videovigilancia fueron determinantes para identificar a los integrantes del grupo.
Una técnica basada en el engaño y la rapidez
Los autores alquilaban vehículos con documentación falsa y acudían a zonas con alta afluencia para seleccionar a sus víctimas, generalmente personas que volvían a sus coches tras hacer la compra o repostar. Una vez localizada la víctima, uno de los delincuentes la abordaba con excusas como pedir una dirección o advertirle de que se le habían caído objetos.
Mientras la víctima apartaba la vista del vehículo, otro miembro del grupo aprovechaba para acceder rápidamente al interior del coche y sustraer bolsos, carteras o móviles, dándose luego a la fuga en el coche alquilado.
Nueve municipios afectados
Se han documentado delitos en Majadahonda, Villaviciosa de Odón, Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Aravaca, Alcobendas, Leganés y Madrid capital, lo que demuestra la amplitud del radio de acción de la banda, que operaba con una planificación meticulosa y roles bien definidos.
El grupo está acusado de:
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20 delitos de hurto
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11 delitos de falsedad documental
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10 delitos de estafa
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1 delito de pertenencia a grupo criminal
Según la Guardia Civil, el monto total sustraído, incluyendo el dinero en efectivo y los importes obtenidos mediante el uso fraudulento de tarjetas bancarias robadas, asciende a unos 60.000 euros.
Una operación que cierra un año de actividad delictiva
El éxito de la operación Chullo pone fin a una serie de delitos continuados que venían generando alarma social en varias zonas del área metropolitana madrileña. Con estas detenciones, la Guardia Civil desmantela un grupo criminal organizado que se valía del engaño como principal arma y cuya actividad delictiva había ido escalando en número y sofisticación.
Las diligencias ya han sido puestas a disposición judicial, mientras la investigación continúa abierta para determinar si hay más víctimas no identificadas hasta el momento o posibles conexiones con hechos similares en otras provincias.