Política

Sánchez critica el avance de la extrema derecha y el giro de la derecha tradicional hacia su discurso

En un contexto internacional marcado por crecientes tensiones democráticas, el presidente del Gobierno español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, lanzó un contundente mensaje durante la apertura del Consejo Mundial de la Internacional Socialista celebrado este sábado en Rabat
Pedro Sánchez | Foto de Servimedia
photo_camera Pedro Sánchez este sábado en Rabat | Foto de Servimedia

En un contexto internacional marcado por crecientes tensiones democráticas, el presidente del Gobierno español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, lanzó un contundente mensaje durante la apertura del Consejo Mundial de la Internacional Socialista celebrado este sábado en Rabat. Sánchez afirmó que la derecha tradicional ha cedido terreno ideológico a la extrema derecha, “normalizando lo que hasta hace poco consideraban inaceptable” y adoptando discursos basados en el odio y el retroceso histórico.

El avance global de la extrema derecha

Sánchez subrayó que el 2024 ha sido un año clave en el panorama político internacional, con elecciones en 17 países que representan a casi la mitad de la población mundial. Según su análisis, la extrema derecha ha conseguido avanzar en numerosos rincones del planeta, gracias al uso estratégico de la tecnología y al fomento de la "antipolítica". Este fenómeno, destacó, no se limita a Europa, sino que tiene una dimensión global con implicaciones profundas en la estabilidad de las democracias.

El presidente del Gobierno puso el ejemplo de Rumanía, donde las fuerzas ultraconservadoras han ganado terreno, y lamentó que las democracias estén retrocediendo como nunca antes en las últimas décadas. Para Sánchez, este retroceso no solo afecta a la política interna de los países, sino que también pone en peligro los valores y principios democráticos que han sostenido al sistema internacional.

El papel de la derecha tradicional

Uno de los puntos más destacados de su intervención fue la crítica a la derecha tradicional. Sánchez denunció que estos partidos han adoptado los discursos de la extrema derecha, transformándolos en narrativas más aceptables para el público. En su opinión, esta estrategia responde a un intento de proteger su base electoral “a cualquier precio”, incluso renunciando a los principios ideológicos que solían defender.

El líder socialista advirtió sobre los riesgos de esta dinámica: “Hay discursos que no se pueden domar, lo único que se puede hacer es rechazarlos y enterrarlos en el pasado, lugar del que nunca deberían haber salido”. Para Sánchez, la normalización de estas ideas supone una amenaza no solo para las democracias individuales, sino para el sistema global basado en el respeto mutuo y el multilateralismo.

Un mundo en crisis: desafíos internacionales

Más allá del contexto europeo, Sánchez ofreció un análisis amplio de los desafíos globales actuales. En África, señaló cómo los grupos extremistas explotan el tribalismo, la etnicidad y la religión para fracturar sociedades y perpetuar conflictos. En Oriente Próximo, lamentó la inacción de la comunidad internacional ante guerras que cobran miles de vidas diariamente.

El presidente también destacó la importancia de resolver el conflicto entre Israel y Palestina mediante la solución de los dos Estados, y de apoyar la reconstrucción de países como Siria y Líbano, afectados por años de conflictos devastadores. En Europa, volvió a condenar la guerra en Ucrania y el ataque de Rusia a los principios básicos de soberanía.

La necesidad de un renovado orden internacional

Sánchez concluyó su discurso apelando a los valores de la Internacional Socialista, instando a los líderes progresistas del mundo a trabajar por un “renovado orden internacional”. Subrayó la importancia del multilateralismo basado en reglas y en principios éticos que prioricen la paz, la igualdad y la justicia social.

En un mundo “lleno de hipocresía y dobles raseros”, Sánchez llamó a los socialistas a alzar su voz con firmeza y honestidad, defendiendo una visión global que contrarreste el auge de las narrativas extremistas y fomente la solidaridad internacional.

El discurso de Sánchez pone de manifiesto un panorama político global donde los valores democráticos enfrentan desafíos sin precedentes. Su crítica a la normalización de los discursos de odio por parte de la derecha tradicional no solo es un llamado de atención para España, sino una advertencia para todas las democracias. La pregunta que queda es si las fuerzas progresistas serán capaces de articular una respuesta efectiva que recupere la confianza de los ciudadanos y detenga este preocupante retroceso.