El sentido de mis letras...

Los tontos del Estado. Un problema en Hispania (Parte II)

La estrategia con Cataluña, desde hace siglos y también hoy, debería haber pasado por la aplicación, sin fisuras, de tres cuestiones innegociables: lengua, derecho, instituciones, mercado, enseñanza de la historia y educación comunes, y todas supervisadas por el Estado; un control de la propaganda interna y, sobre todo, la expulsión de la realidad económica y social de España de aquellos elementos, instituciones y personas contrarias a la unión con España. ¿Se ha hecho todo eso en algún momento de la historia? No. Al revés, se ha permitido el enriquecimiento y desarrollo de sectores independentistas a través de suculentos negocios y exclusividades con el Estado, es decir, le das la soga al que te quiere colgar... ¡Si Cataluña sigue siendo un territorio no integrado plenamente en España es por culpa de los gobernantes españoles! Y estando ya a finales de este año 2024, nuestro actual Líder Supremo de la serie televisiva V, Pedro Sánchez, y bastantes más que le rodean, consideran que concediendo ventajas económicas y perdonando gravísimos delitos van a conseguir algo en la resolución de un conflicto iniciado y mantenido por los mandatarios catalanes, quienes desde un principio, sabiendo que los españoles consideramos ese territorio como parte de España, decidieron relacionarse con España a través de la coacción, el chantaje y el castigo psicológico con el fin de obtener ventajas y privilegios, como hace el niño mal criado con unos padres que le quieren y le conceden todo lo que desean con el errado ánimo de conseguir su amor y cariño mientras éste sigue mortificándoles para continuar sacando la mayor tajada posible. Así somos y así actuamos los españoles con Cataluña, como un maltratado que busca y sigue buscando el amor y la vida en común con el amado que le castiga y no le corresponde, pero que saca y sigue sacando provecho y ventaja de la situación. Resumiendo: pertenecemos a un Estado que es tonto, muy tonto. FIN.