La limpiadora y la fontanera

No es verdad que a Ábalos nadie le avala.

En esta época en la que la fidelidad resulta casi inexistente, tanto como lo de encontrar una asistenta en condiciones, tiene la suerte de contar con una “limpiadora” extraordinaria en su quehacer hasta el punto de controlar no solo el polvo, sino también el disco duro, aunque algunos aseguran que eso se debe a que desde su profesionalidad sin límites tal vez confundiera tal objeto con  un “limpia grasas clorex”, o una “limpieza pirolítica”, o alguna cosa semejantemente sofisticada y consecuencia del  marketing.  

Una limpiadora  íntima que asegura haberle conocido hace un mes, que le ve como un hombre encantador y que nunca la ha fallado. ¿En qué sentido? (menos mal, porque si ya falla el primer mes, apaga y vámonos).

Pues sí, ella fregaba y barría dejando que el sol se reflejara en las bruñidas baldosas de la humildísima casa de Ábalos, mientras la UCO registraba la morada.

Y de pronto el ex ministro tuvo una imperativa y chocante ocurrencia: “Anaïs, deja las tareas domesticas, vete a pasear al perro y llévate cosas para el desayuno” -dijo-

Inmediatamente ella, con una soltura que denotaba presuntamente una gran práctica en despojarse de vestiduras,  se quitó el delantal que la cubría y se dirigió a una estancia que no era para nada la cocina.

Allí ´tomó un objeto oculto y se lo guardó con una discreción apabullante en el interior de sus mallas casi segunda piel, que no disimulaban para nada cualquier cosa diferente a su anatomía introducida en ellas.

Es de destacar también el entendimiento entra el ex ministro y su limpiadora, es decir, que debían practicar ambos un lenguaje en clave en el que la palabra “desayuno” equivalía a algo relacionado con el espionaje o con la informática.

 ¡Qué inteligencia tan imaginativa y ocurrente! ya la hubieran querido los arqueólogos para desentrañar idiomas complicados como el  sumerio, o el acadio.

Se compenetran divinamente. Son intis.

Pero esa unión, comunión  y consignas no les sirvieron de nada, porque un avispadísimo UCO dio el alto del “te voy a registrar a ver qué es eso del desayuno que llevas en el  pantalón.

Es que en los bolsillos de los pantalones y menos en los  de las mallas “pegadas” no se suelen meter los croissants, ni el pan, ni la mantequilla, ni la mermelada, ni el café con leche, aunque quizás estos personajes tan ocupados en trabajar para el progreso de los demás, ni comen, aunque sean las cinco en punto de la tarde, ni desayunan como los otros mortales.

Anaïs, finalmente fue  registrada y requisada.

¿Verdad que es impresionante? que todavía Ábalos guardara “desayunos” en casa a pesar de  lo que está ocurriendo en su entorno, con él como uno de los grandes protagonistas de las aguas turbias, por las que tiene que navegar manteniendo el timón el taimado, perdón, timado presidente?.

¿Sera tal vez una mise en scène?

Es que al parecer ese disco duro contenía Whatsapps entre Don Sánchez y su súper ministro. ¿No será pues una forma premeditada para entregar dicha “prueba” a la policía contra quien un día fuera su “obra” en el Peugeot, sin “levantar sospechas” de traidorzuelo?

Es normal que intentara deshacerse de lo incriminatorio justo en el momento en el que la UCO registraba su casa?

Y ¿es normal que Número Uno  en su huída hacia adelante amenazara con toda la basura del PP que va a salir a la luz en septiembre?

¿Y que lo hiciera sin conocer de nada, absolutamente de nada a la fontanera Leire, que precisamente y presuntamente reunía y extorsionaba y hacía cualquier cosa para inculpar a jueces, policías y personajes del PP?

¡Cuántas casualidades y cuantas cualidades de adivino del presidente!

Nada es lo que parece. Koldo parece tonto pero es muy listísimo, casi tanto como Ábalos. Leire parece fontanera pero ¡ni hablar!, es periodista investigadora y Anaïs aunque ejerza como “señora de la limpieza” es señora de película, de nombre Letizia Hilton, una actriz del cine para adultos, que  no solo comparte escena con Ábalos sino también con Jordi apodado 'El Niño Polla' un actor porno reconocido a nivel internacional.

Y la verdad es que aunque la Fe mueve montañas y Pedro Sánchez sea el adalid de la resistencia. Por más que mienta, amenace, llore, se arrastre con sus socios de investidura y espere el santo Maná del Éxodo, es decir a que ofrezcan su fruto las asquerosas pesquisas de la fontanera contra el PP,  esto ya no se lo cree nadie.