Terrenos

Madrid y Rivas intercambian suelo desde el 1 de enero para aclarar sus fronteras y desbloquear la gestión de la Cañada Real

En puntos naranjas la nueva frontera, en verde la cesión a Madrid, en rojo la cesión a Rivas y con línea azul el límite actual | Foto de Ayuntamiento de Madrid

El nuevo mapa municipal entra en vigor el 1 de enero tras un intercambio de casi 1,5 millones de metros cuadrados entre Madrid y Rivas

A partir del próximo 1 de enero, la frontera entre Madrid y Rivas-Vaciamadrid dejará de ser la misma. Entra en vigor la alteración definitiva de lindes aprobada por la Comunidad de Madrid y publicada en el BOCM, fruto de los acuerdos plenarios alcanzados por ambos ayuntamientos el pasado mes de febrero.

El objetivo es claro: ajustar los límites municipales a una frontera física real, marcada por la M-50 entre la M-823 y la A-3, y poner fin a años de confusión administrativa en una de las zonas más sensibles del sureste madrileño.

Quién cede y quién gana terreno

El intercambio se traduce en cifras contundentes.
Madrid cede a Rivas 981.152 metros cuadrados, mientras que el municipio ripense transfiere a la capital 517.239 metros cuadrados. El resultado neto es que Rivas gana 463.913 metros cuadrados de suelo.

La mayor parte de la permuta se localiza al norte de la A-3, salvo una franja de 43.660 metros cuadrados situada al sur. Esta redistribución permitirá a Rivas planificar nuevas dotaciones, entre ellas su futuro cementerio municipal y un ecoparque para la gestión de residuos.

Cómo cambia la Cañada Real Galiana

Uno de los principales efectos prácticos se dará en la Cañada Real Galiana, donde se redefinen competencias en tres de sus seis sectores.
Los sectores 1, 2 y 6 no se modifican. Sin embargo:

  • El sector 3 pasa a ser competencia exclusiva del Ayuntamiento de Madrid.

  • En el sector 4, la franja norte será gestionada por Madrid y la zona sur por Rivas.

  • El sector 5 queda íntegramente bajo responsabilidad del Ayuntamiento de Rivas, dejando de ser compartido.

Este rediseño cumple lo acordado en el Pacto Regional por la Cañada Real Galiana de 2017, firmado por la Delegación del Gobierno, la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos de Madrid, Rivas y Coslada.

Ocho años de negociaciones

La modificación no es fruto de la improvisación. El proceso se remonta a hace ocho años, cuando se planteó la necesidad de “acabar con el caos de competencias” en los bordes municipales. Los plenos de Madrid y Rivas dieron luz verde en febrero de este año y, tras su tramitación autonómica, la medida entra ahora en vigor.

Un nuevo mapa para una gestión más eficaz

Con esta doble y mutua segregación de territorios, ambas administraciones esperan mejorar la gestión de servicios, la planificación urbana y la intervención social, especialmente en la Cañada Real. Desde el 1 de enero, los vecinos del sureste madrileño comenzarán a convivir con un nuevo mapa municipal, pensado para aportar claridad, eficacia y seguridad jurídica.