La economía española se enfrenta a una encrucijada tras seis años de fuertes tensiones fiscales, crecimiento moderado y un aumento significativo del tamaño del Estado.
Según el último análisis de indicadores económicos clave, entre 2018 y 2024 el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) real ha sido de apenas un 8,9%, mientras que el gasto público ha experimentado un incremento del 43,7%, superando incluso el crecimiento de los ingresos del Estado, que se sitúan en el 42%.
El poder adquisitivo relativo, medido por el PIB per cápita en paridad de poder de compra (PIB PPA), ha caído un 3,6%, reflejando un retroceso en la capacidad de los ciudadanos españoles para mantener su nivel de vida en comparación con otras economías desarrolladas.
Aumento de la presión fiscal sobre empresas y trabajadores
Los datos revelan también un notable incremento en la presión fiscal. Las cotizaciones sociales empresariales han crecido un 44% en este periodo, mientras que los impuestos directos, como el IRPF y el Impuesto de Sociedades, se han disparado más de un 50%. Pese a este aumento recaudatorio, el número de empresas activas en el país apenas se ha mantenido estable, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad del tejido productivo nacional.
Deuda pública e intereses al alza
Uno de los factores que más preocupan a los analistas es el aumento del endeudamiento público, que ha subido un 34% desde 2018. Este incremento de la deuda, combinado con la retirada progresiva del respaldo del Banco Central Europeo y el encarecimiento de los tipos de interés, convierte el servicio de la deuda en un problema estructural de primer orden para las finanzas públicas.
¿Riesgo de nueva crisis?
Aunque el Gobierno defiende la necesidad de mantener el gasto para sostener el Estado del bienestar, muchos expertos advierten que el actual modelo económico podría estar agotando su margen de maniobra. “El Estado engorda mientras el crecimiento se estanca. Con un BCE menos dispuesto a intervenir, nos enfrentamos a una economía más vulnerable a choques externos y a una deuda que podría convertirse en una carga insostenible”, advierte uno de los analistas consultados en el informe audiovisual que ha generado el debate, disponible en el siguiente video.
Este escenario obliga a replantear la política fiscal y económica en un contexto de bajo crecimiento y altos niveles de gasto, donde el equilibrio presupuestario parece cada vez más lejano. La gran pregunta ahora es: ¿hasta cuándo se puede sostener este modelo sin comprometer la estabilidad futura?