España pierde 242 millones de jornadas laborales en siete meses por el aumento del absentismo
España afronta una crisis silenciosa: 242 millones de jornadas perdidas y 25.425 millones en pérdidas por el aumento de bajas laborales entre enero y julio de 2025
Los últimos datos publicados por el Ministerio de Inclusión y el INE sobre la Incapacidad Temporal dibujan un escenario preocupante para la economía española. Entre enero y julio de 2025, el país ha perdido más de 242 millones de jornadas laborales, un incremento que se traduce en 25.425 millones de euros en pérdidas económicas. Un impacto sin precedentes que, en palabras del economista José Ramón Riera, constituye “una auténtica brutalidad, un cáncer para cualquier economía”.
Una duración media de las bajas que no deja de crecer
Los datos muestran un deterioro acelerado. El año comenzó con 1.087.000 procesos de baja y más de 35 millones de jornadas perdidas solo en enero. En febrero, pese a registrarse menos procesos (865.000), la duración media subió hasta los 39,5 días, elevando el coste por encima de los 3.594 millones de euros.
La tendencia empeoró en marzo y abril, con duraciones medias superiores a los 42 y 45 días, respectivamente. Mayo se convirtió en uno de los meses más críticos: 802.945 bajas, más de 36 millones de jornadas perdidas y 3.838 millones de euros en pérdidas.
En junio y julio, el problema se agudizó todavía más, alcanzándose duraciones de 45,9 y 47,5 días, evidenciando una problemática estructural que no remite.
En conjunto, el periodo enero–julio deja cifras alarmantes:
Duración media de una baja: 42,7 días
Procesos iniciados: 5,75 millones
Jornadas perdidas: 242 millones
Coste económico: 25.425 millones de euros
Riera alerta de que este fenómeno impacta directamente en la productividad, advirtiendo que “hemos dejado de crecer un 1,5 % del PIB solo por esta situación”.
Un coste creciente para las cuentas públicas
El gasto directo en bajas laborales también ha subido de manera exponencial. En los siete primeros meses del año, la Seguridad Social destinó 11.700 millones de euros, un incremento del 171 % respecto al mismo periodo de 2018, cuando el coste fue de 4.400 millones.
Este aumento erosiona aún más un sistema ya tensionado, especialmente en un país que necesita sostener su mercado laboral, su tejido productivo y su sistema de pensiones.
Un problema que afecta a la competitividad del país
El economista subraya la relación entre absentismo y productividad: “Nuestra productividad está cayendo de forma total y esto provoca que nuestros productos sean más caros y menos competitivos”. Según explica, esta situación contribuye al estancamiento de las exportaciones españolas, prácticamente paralizadas en los últimos tres años.
A esta crisis silenciosa se suma una reflexión sobre la motivación laboral y la gestión de las bajas: Riera insiste en que es necesario “reforzar las inspecciones y evitar que se regalen bajas”, al tiempo que reconoce que el fenómeno responde también a causas como la falta de motivación, el desgaste laboral y problemas organizativos.
Un desafío urgente para el mercado laboral
El absentismo se ha convertido en uno de los principales retos estructurales de la economía española. La combinación de más procesos, bajas más largas y un coste creciente supone una amenaza directa para la recuperación del país.
Mientras los expertos reclaman políticas más eficaces, transparencia y un mayor control del sistema, las cifras evidencian una realidad inquietante: España no puede permitirse seguir perdiendo productividad a este ritmo.
El debate está sobre la mesa, y los datos obligan a actuar.