La preocupación por la inflamación del organismo se ha convertido en tendencia en los últimos tiempos, y cobra más protagonismo en verano ¿Por qué?
Seguir una dieta antiinflamatoria, en cualquier caso, nos protege de la inflamación. Y hacerlo en verano es más fácil porque disponemos de mayor variedad de frutas y apetece más la comida sana y ligera. Además, indirectamente, nos ayuda a mantener el tipo.
¿Es lo mismo estar inflamado que estar hinchado?
No, ni que nos sobren kilos. La inflamación es la forma que tiene el cuerpo de protegernos y ayudarnos a estar sanos. Es un mecanismo de regulación para un momento puntual, pero cuando se transforma en permanente, se convierte en perjudicial y puede desembocar en obesidad, envejecimiento acelerado, diabetes tipo dos o problemas cardíacos.
¿Hay que seguir la moda reciente de la suplementación antiinflamatoria a base de kimchi, chía o kale?
No es necesario. No es que sean malos, pero no son fáciles de encontrar. Y desde luego, nada de intentarlo siguiendo dietas milagro, que no solo no van a bajar un ápice la inflamación, sino que van a producirte efecto rebote o riesgos para la salud. Basta con una alimentación rica en vegetales, grasas saludables, cereales integrales, legumbres, especias de cúrcuma, jengibre, clavo, canela o pimienta negra, y seguir un estilo de vida saludable.
¿Cómo se entiende lo de vida saludable?
La que incluye ejercicio, buen sueño y muy importante, minimizando el estrés, ya que la hormona cortisol es uno de los grandes disparadores de la inflamación. A su vez, evitaremos los alimentos ultra procesados, el exceso de azúcares y de harinas blancas.
A que alimentos hay que darles la bienvenida a nuestra nutrición habitual?
- -Es muy recomendable un alto consumo de vegetales y frutas, preferentemente de temporada y especialmente hojas como la lechuga, la escarola, la rúcula o los canónigos. A los alimentos ricos en fibra, y no solo los anteriores, también los frutos secos y el arroz, la pasta o el pan en su versión integral.
- Al ajo y cebolla, sobre todo crudos.
- A las Grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate, las nueces, el pescado azul.
¿Ese tan denostado en su día?
El mismo. Y si hablamos de él, mejor los pequeños como la sardina, la trucha, el arenque o el boquerón, que los grandes como el salmón, por su alto contenido en mercurio, aunque se pueden tomar una vez por semana.
¿Qué tipo de aceites y semillas?
El mejor el de oliva o el de coco, que han demostrado ser antiinflamatorios.
- Chocolate negro, mínimo 70% de cacao.
- Algas.
- Té verde o matcha.
- Proteínas de calidad: pescado, carne blanca y eventualmente, carne roja.
- Chile o guindilla.
- Yogur bífidus y kéfir, por equilibrar la flora intestinal.
¿Nos podría dar un ejemplo de dieta antiinflamatoria?
- Desayuno: Bol de kéfir (o yogur natural) con bayas, arándanos, frutos secos y si te apetece, avena; un té verde.
- Comida: Ensalada completa con carne, pescado o huevos. Fruta y una onza de chocolate negro. Té (opcional).
- Snack: Un puñado de frutos secos, fruta o granizado o helado de fruta natural (se puede añadir leche vegetal de soja, avena, arroz o almendras).
- Cena: Vegetales (puede sustituirse por crudités con guacamole o hummus, siempre que sean caseros) y proteína.
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