Hostel en Baviera 9

Vecinos del Parque de las Avenidas denuncian la apertura inminente de un hostel en Baviera 9 por posible uso como centro de acogida irregular

Protestas contra el hostel en Baviera 9

Temor vecinal ante la posible apertura de un hostel en la calle Baviera 9 que podría acoger inmigrantes sin control administrativo ni garantías técnicas, según denuncia la comunidad

La situación en torno al inmueble ubicado en la calle Baviera 9, en el madrileño Parque de las Avenidas, ha desencadenado una creciente alarma vecinal tras conocerse que su uso como hostel podría encubrir la habilitación de un centro de acogida para inmigrantes en situación irregular. Vecinos de la zona, agrupados en plataformas cívicas, denuncian que el proyecto vulnera la normativa urbanística y carece de las licencias necesarias, mientras que la empresa promotora estaría vinculada a anteriores polémicas en otros distritos como Vallecas.

Según relatan residentes implicados en la protesta, como Andrés, uno de los portavoces vecinales más activos, la transformación del antiguo centro de salud en un supuesto alojamiento turístico no cuenta con autorización urbanística ni el consentimiento de las comunidades de vecinos afectadas. “El local se distribuye entre tres portales distintos, con salidas de emergencia dudosas, sin cocina ni condiciones adecuadas para el uso que pretenden darle”, explica.

El malestar se ha visto alimentado por la presunta implicación de la organización CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), que podría gestionar la llegada de inmigrantes al inmueble mediante convenios y subvenciones públicas. Aunque desde CEAR niegan tener contrato con la empresa arrendataria, vecinos denuncian la existencia de una estructura empresarial opaca y alertan sobre un posible conflicto de intereses al asociarse con empresarios anteriormente relacionados con casos de trata y explotación en alojamientos similares.

Material para el hostel

Reacciones institucionales y manifestaciones ciudadanas

El caso ha generado tensión también a nivel político. Durante el pleno de la Junta Municipal del Distrito de Salamanca, previsto para el 9 de julio de 2025, se debatirá, entre otras cuestiones, la acogida a personas refugiadas en el barrio, después de que el Grupo Municipal Socialista solicitara la comparecencia de la concejal presidenta para dar explicaciones sobre las gestiones realizadas al respecto.

Asimismo, el Grupo Municipal Vox ha instado al equipo de gobierno a explicar qué medidas ha adoptado para evitar que se instale un centro de inmigrantes en la zona, reflejando el clima de preocupación institucional.

El movimiento vecinal se ha reunido con representantes del Ayuntamiento de Madrid, quienes, según Andrés, han expresado su preocupación y compromiso para evitar la apertura si se detectan irregularidades. Sin embargo, los vecinos exigen acciones firmes antes de que se otorgue la licencia de funcionamiento.

“Nos prometen que si se convierte en un centro de inmigración, se cerrará. Pero si se abre, el daño ya estará hecho”, dice Andrés.

Además, acusan al promotor del proyecto, un empresario con antecedentes relacionados con la gestión de otros hostels polémicos, de aprovechar vacíos legales y la burocracia lenta para avanzar en su objetivo. Al parecer “Este empresario ya ha sido denunciado por tener a personas durmiendo entre cucarachas y sin condiciones mínimas en otros locales”, recuerda.

Material para el hostel

Las protestas vecinales no han cesado. El pasado 19 de junio, más de un millar de personas recorrieron las calles del barrio en una manifestación que concluyó frente a la iglesia de San Juan Evangelista. La convocatoria, bajo el lema “No al hostel ilegal Baviera 9”, se desarrolló de forma pacífica, aunque la presencia del presunto promotor del centro en una terraza cercana elevó la tensión, obligando a la intervención de las fuerzas de seguridad.

Riesgos para la convivencia y críticas al modelo de acogida

Entre las principales preocupaciones expresadas por los residentes figura la falta de transparencia sobre el destino del inmueble, la inseguridad que podría derivarse de su uso masivo e incontrolado, y el impacto negativo sobre el entorno urbano y el valor de las viviendas.

“Este barrio no está preparado para asumir este tipo de iniciativas sin consenso ni garantías”, señala Andrés. “Estamos ante un posible modelo de negocio que se nutre de fondos públicos mientras ignora las condiciones mínimas de habitabilidad y seguridad”.

Los vecinos denuncian además que el hostel no ofrece ni cocina para los residentes, lo que obligaría a recurrir a servicios de cátering vinculados a la propia organización promotora, lo cual, según los denunciantes, podría implicar un circuito cerrado de beneficios económicos con dinero público.

Otro de los aspectos más preocupantes para los vecinos es la posible masificación del espacio, la falta de seguridad estructural (como salidas de emergencia no homologadas), y el impacto en la convivencia vecinal, dado que el edificio está en una zona residencial donde viven familias, personas mayores y estudiantes.

“Nos preocupa que se repita lo que ocurre en centros como el Velvet de Vallecas, gestionado por el mismo empresario, donde la convivencia se ha visto afectada y la inseguridad ha aumentado”, añade Andrés.

Además, critica la falta de supervisión por parte de las administraciones y apunta directamente a CEAR, asegurando que se lucran a través de contratos millonarios para el hospedaje y alimentación de inmigrantes.

El caso de Baviera 9 ha puesto de relieve una falta de control sobre las actividades de acogida encubierta en alojamientos turísticos, una cuestión que, según temen los vecinos, podría replicarse en otros barrios de Madrid y de España si no se actúa con celeridad y rigor.

Petición de paralización y acciones legales

Los afectados exigen al Ayuntamiento de Madrid y a la Comunidad de Madrid que suspendan de inmediato cualquier tramitación que permita la apertura del centro, que se investigue a fondo la legalidad del proyecto y que se audite la relación contractual entre entidades públicas y organizaciones gestoras como CEAR.

Mientras tanto, se están emprendiendo acciones legales y administrativas para impedir la apertura del hostel, al tiempo que se solicita una revisión exhaustiva de las ayudas públicas otorgadas a entidades involucradas en este tipo de instalaciones.

En palabras de los organizadores: “Esto no es solo un problema local, sino un modelo que debe ser revisado en profundidad. No estamos en contra de ayudar, pero sí de los abusos y de quienes lucran con la miseria ajena sin respetar a las comunidades que los acogen”.

El barrio, hasta ahora tranquilo, se encuentra en pie de protesta, decidido a hacer oír su voz para defender la legalidad, la convivencia y la dignidad de todos los vecinos.