La construcción industrializada se perfila como la clave para reducir el déficit de 700.000 viviendas en España
El Colegio de Aparejadores de Madrid celebra el II Congreso de Construcción Industrializada y Sostenibilidad, que aboga por un cambio urgente en el modelo productivo
El Colegio de Aparejadores de Madrid ha celebrado esta semana el II Congreso Técnico de Construcción Industrializada y Sostenibilidad, un encuentro que ha reunido a expertos, empresas líderes y arquitectos técnicos para abordar el gran desafío de la vivienda en España: un déficit de 700.000 unidades, la cifra más alta en la última década según el Banco de España. El Congreso ha puesto sobre la mesa una conclusión clara: la industrialización es la vía más eficaz y sostenible para afrontar la crisis habitacional.
Durante la inauguración, el presidente del Colegio, Gregorio Díaz, destacó la responsabilidad social del arquitecto técnico ante la actual escasez de vivienda. “Nosotros permanecemos al margen del debate político. Lo que aportamos son soluciones técnicas. Y la industrialización lo es”, afirmó. Díaz defendió el papel protagonista del arquitecto técnico en este cambio: “Las competencias del director de ejecución no cambian, lo que cambia es cómo las ejerce. Igual que en medicina se introducen nuevos sistemas, pero siempre opera el cirujano, nosotros seguiremos dirigiendo las obras en este nuevo escenario tecnológico”.
Un espacio de encuentro entre industria, técnica y sostenibilidad
El Congreso, impulsado desde el Hub Tecnológico del Colegio, ha reunido a representantes de empresas pioneras en construcción industrializada, que ya aplican este modelo en España con resultados concretos en eficiencia, calidad y sostenibilidad.
La primera jornada estuvo marcada por la intervención de Sandra Llorente, directora general técnica de Lignum Tech, quien advirtió que “industrializar no es una opción de futuro, sino una necesidad del presente”. Llorente alertó del déficit de mano de obra cualificada en el sector: “Se jubila el 30% de los trabajadores y apenas entra un 5% de jóvenes. Si no cambiamos el modelo, no podremos responder a la demanda”. Además, defendió la creación de “una red de fábricas fuera de los núcleos urbanos” para aumentar la productividad y reducir los tiempos de ejecución.
Por su parte, Juan Carlos Bandrés, presidente del Grupo Lobe, centró su intervención en la digitalización como palanca de transformación. Su compañía, referente europeo en viviendas Passivhaus, ha demostrado que industrializar no encarece, sino que optimiza: “Una fachada tradicional puede requerir hasta 16.000 horas de trabajo frente a las 2.000 o 4.000 que demanda una fachada industrializada”, explicó. Para Bandrés, “la clave está en el diseño, la eficiencia energética y los procesos estandarizados”.
También intervino Juan Manuel Rojas, socio director de Hombre de Piedra Arquitectos, quien defendió que la arquitectura debe adaptarse a la lógica industrial: “La arquitectura moderna nació para fabricarse, no para hacerse in situ. La belleza también puede venir de la precisión”.
El prefabricado y la colaboración técnica, pilares del nuevo modelo
En las mesas técnicas, expertos como Vicente Caamaño (Molins Precast Solutions), João Bartolo (Grupo Casais) y Daniel Hermosilla (Prefabricados Rodiñas) coincidieron en que la colaboración entre directores de ejecución y fabricantes es esencial para garantizar el éxito de los proyectos. Subrayaron que el prefabricado permite acortar plazos, mejorar el control de calidad y reducir el impacto ambiental.
La Dirección de Ejecución, protagonista de la segunda jornada
La segunda jornada, dedicada a la figura del Director de Ejecución de Obra (DEO), profundizó en su papel dentro del nuevo paradigma constructivo. José María Quirós, director de Industrialización de Aedas Homes, insistió en que “el DEO debe incorporarse desde las fases iniciales del proyecto. No puede entrar el día que se concede la licencia, porque entonces detectará problemas que ya no tienen solución”.
Quirós reclamó un cambio en los modelos contractuales, apostando por fórmulas colaborativas donde arquitecto, fabricante y constructor trabajen de forma conjunta desde el diseño básico. Explicó que en la construcción industrializada “la planificación no es secuencial, sino simultánea”, lo que permite fabricar elementos como muros o baños mientras se ejecutan las cimentaciones.
Otros expertos como Rodrigo Juez (Da Vinci Buildings), Iban Carpintero (Exit Arquitectos) y Jorge González (Grupo Avintia) completaron la jornada, destacando la necesidad de integrar tecnología, control de calidad y sostenibilidad en cada fase del proceso constructivo.
Un cambio de paradigma para el futuro de la vivienda
El Congreso concluyó con una idea compartida por todos los ponentes: la industrialización ya no es una tendencia, sino un cambio estructural en marcha. Este nuevo modelo promete reducir costes, tiempos y huella ambiental, y podría ser la respuesta técnica más sólida al déficit de vivienda que afronta España.
Gregorio Díaz lo resumió en su intervención final: “El futuro de la vivienda pasa por la eficiencia, la colaboración y la innovación. El arquitecto técnico debe liderar ese cambio”.