Madrid pone fin a los pisos turísticos en edificios residenciales con la entrada en vigor del Plan RESIDE
La Comunidad de Madrid aprueba definitivamente el plan que blinda el uso residencial, limita las viviendas turísticas a edificios exclusivos y endurece las sanciones contra la ilegalidad
La Comunidad de Madrid ha aprobado este miércoles en Consejo de Gobierno la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permite la entrada en vigor del Plan RESIDE, una normativa que marca un antes y un después en la regulación de los pisos turísticos en la capital. Con su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid en los próximos días, quedará prohibida la presencia de viviendas de uso turístico en edificios residenciales.
El plan, impulsado por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, busca proteger la calidad de vida de los residentes, recuperar vivienda habitual en el centro histórico y garantizar una oferta turística ordenada y legal. Según los últimos datos municipales, en Madrid operan 17.360 alojamientos turísticos, de los cuales el 92,7 % son pisos turísticos. Solo 1.200 cuentan con licencia, lo que evidencia la magnitud de la actividad irregular.
Restricciones en el centro histórico
El Plan RESIDE simplifica y endurece la regulación anterior del Plan Especial de Hospedaje (PEH) de 2019, concentrándose en dos ámbitos: el centro histórico y el resto de la ciudad.
En el interior del perímetro que delimita el centro histórico, se prohíben los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales, incluso en planta baja. Únicamente se permitirá esta actividad en edificios no residenciales o en aquellos catalogados, siempre que se destinen de forma íntegra al uso turístico y durante un plazo máximo de 15 años, tras el cual deberán volver a tener uso residencial.
Fuera del centro, se admitirán alojamientos turísticos en edificios completos o en viviendas con acceso independiente desde planta baja o primera planta, con el objetivo de evitar la convivencia forzosa entre residentes y visitantes.
Incentivos para recuperar vivienda y proteger el comercio
El Ayuntamiento ha previsto incentivos urbanísticos para transformar edificios de oficinas en uso residencial y convertir equipamientos obsoletos en viviendas de alquiler asequible o coliving, siempre que se rehabiliten y restauren los inmuebles.
Asimismo, el plan protege el comercio de proximidad: queda prohibida la conversión de locales en pisos turísticos en el centro histórico y de locales en viviendas en las principales vías terciarias. Entre 2015 y 2024, más de 3.300 locales se transformaron en viviendas o alojamientos turísticos, reduciendo la oferta de comercio de barrio.
Régimen sancionador más duro
El Ayuntamiento también ha endurecido el régimen sancionador para luchar contra la proliferación de pisos turísticos ilegales. Si hasta ahora las sanciones eran de carácter coercitivo y de escasa cuantía, con la entrada en vigor del Plan RESIDE las multas alcanzan los 30.001 euros en primera sanción, 60.001 en caso de reincidencia y hasta 100.001 euros si persiste la ilegalidad. Estas sanciones son acumulativas.
Desde abril de 2024 se han impuesto 89 multas coercitivas de entre 1.000 y 3.000 euros, además de 92 sanciones por uso turístico sin licencia, la mayoría con el importe de 30.001 euros.
Un futuro Paseo Verde y más movilidad sostenible
El plan también se alinea con proyectos de transformación urbana como el Paseo Verde del Suroeste, que soterrará la A-5 para recuperar espacio peatonal, reducir el tráfico en superficie en un 90 % y mejorar la calidad ambiental. Se prevé además la construcción de un carril bici bidireccional de 3,5 kilómetros y la ampliación de aceras y conexiones peatonales, favoreciendo una movilidad más sostenible.
Con la entrada en vigor del Plan RESIDE, Madrid busca un equilibrio entre su atractivo turístico y el derecho de sus vecinos a vivir en barrios habitables, libres de la presión del alquiler turístico descontrolado.