La tensión ente los vecinos de Carabanchel y los okupas del hotel de lujo
Una cacerolada organizada por vecinos para exigir el desalojo de un edificio de lujo okupado derivó en insultos, amenazas y el lanzamiento de huevos por parte de los okupas hacia los manifestantes. La policía tuvo que intervenir para evitar que los incidentes fueran a mayores.
Vecinos al grito de "Fuera okupas"
Cerca de medio centenar de vecinos se concentraron frente al inmueble, coreando consignas como "Fuera okupas". El edificio, que cuenta con 27 pisos, tiene actualmente 24 viviendas okupadas, la mayoría por ciudadanos de origen peruano, quienes afirman haber sido víctimas de una estafa inmobiliaria. Según los vecinos, esta situación ha generado un constante tránsito de personas y mudanzas, lo que incrementa la sensación de inseguridad en la zona.
"Tenemos miedo de salir a las zonas comunes porque no sabes lo que te vas a encontrar", lamenta una vecina de la urbanización. Los residentes aseguran que no cesarán sus protestas hasta que la situación se resuelva.
Intervención policial y presencia de empresas de desalojo
Durante la cacerolada, los okupas respondieron con amenazas e incluso lanzaron huevos a los manifestantes. Esto obligó a la intervención de las fuerzas policiales para evitar una escalada de los enfrentamientos. Además, en el lugar se hicieron presentes varias empresas de desalojo, aumentando la tensión en el ambiente.
Desde comienzos de enero, la urbanización de lujo ha sido okupada de forma masiva. Aunque ya se han logrado desalojar tres de las viviendas, los residentes denuncian que el resto del inmueble sigue ocupado, lo que afecta gravemente la convivencia y la seguridad del barrio.
"Nos sentimos atrapados en nuestra propia casa", expresa otro vecino, quien asegura que el continuo conflicto ha alterado su vida diaria.
Reclamos de los okupas: denuncian haber sido estafados
Por su parte, los okupas defienden su situación argumentando que fueron víctimas de una estafa inmobiliaria. Aunque esta declaración no ha sido confirmada oficialmente, la tensión entre ambas partes sigue creciendo, agravada por la falta de una solución definitiva.
Los vecinos no ceden y piden soluciones inmediatas
La comunidad vecinal ha dejado claro que no se rendirá hasta que se desaloje por completo el edificio. Mientras tanto, la situación en Carabanchel sigue siendo crítica, con un clima de tensión que podría derivar en nuevos incidentes si no se toman medidas inmediatas para abordar el problema.