Solo el 5% de los trabajadores españoles aceptaría reducir su jornada si implica perder salario
La mayoría de empleados prefiere trabajar más para mejorar su sueldo, mientras el debate sobre la jornada de 37,5 horas sigue dividiendo al Gobierno y la patronal
Solo 1,15 millones de trabajadores en España, el 5,18% del total de ocupados, estarían dispuestos a acortar su jornada laboral a cambio de una rebaja proporcional en su salario, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre de 2025. La cifra representa un descenso interanual del 5,78%, aunque con un repunte trimestral del 5,82% respecto al segundo trimestre.
El dato, recogido por Servimedia, es el más alto desde finales de 2007, antes del estallido de la crisis económica. Aun así, refleja que la inmensa mayoría de los trabajadores prefiere mantener o incluso aumentar su jornada, en lugar de reducirla si eso implica perder poder adquisitivo.
La preferencia: trabajar más, no menos
Mientras algo más de un millón de personas querría trabajar menos, más de dos millones (2.058.800) desean ampliar su jornada para incrementar su salario, lo que equivale al 9,2% de los ocupados. La proporción de quienes buscan más horas laborales casi duplica a la de quienes optarían por una jornada más corta con recorte salarial.
Este grupo, sin embargo, también ha registrado un descenso intertrimestral del 2,13%, lo que refleja cierta estabilización del mercado laboral tras meses de crecimiento.
Perfil de quienes desean reducir su jornada
El análisis por edades muestra que los trabajadores de entre 45 y 54 años concentran el mayor número de personas que desean acortar su jornada, con 362.600 empleados, seguidos por los de 35 a 44 años (327.000) y los de 55 años o más (273.600).
Por sexo, los hombres superan a las mujeres en este grupo: 638.800 frente a 520.500, aunque ambos han reducido su número respecto al año anterior.
El contexto político: la jornada de 37,5 horas sigue en el aire
Estos datos llegan en pleno debate sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin merma salarial, uno de los proyectos emblemáticos de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La propuesta fue rechazada en el Congreso en septiembre con los votos en contra de Junts, PP y Vox, pese al apoyo de CCOO y UGT tras once meses de negociación.
Ante este revés, el Ministerio de Trabajo ha iniciado la tramitación de una nueva norma para reforzar el control horario y combatir las horas extra no pagadas, que se estiman en casi tres millones cada semana en España.
Mientras tanto, la patronal CEOE y Cepyme mantienen su oposición frontal a la reducción de jornada, argumentando que podría aumentar los costes laborales y afectar a la productividad, mientras los sindicatos insisten en que la medida debe volver a debatirse en 2026.
Un mercado laboral con más empleo, pero con dilemas salariales
Con 22,38 millones de ocupados, España registra niveles récord de empleo, pero los trabajadores siguen enfrentando tensiones entre tiempo y salario. La prioridad, según los datos de la EPA, no es trabajar menos, sino ganar más, un reflejo del impacto del coste de la vida y de la pérdida de poder adquisitivo acumulada en los últimos años.