Sánchez es recibido con abucheos y pitos a su llegada al desfile del 12 de octubre
El presidente del Gobierno fue recibido con pitos y abucheos en la plaza de Cánovas del Castillo al llegar al desfile del Día de la Fiesta Nacional en Madrid.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue recibido este domingo con pitos y abucheos a su llegada a la Plaza de Cánovas del Castillo, donde tuvo lugar el acto central del Día de la Fiesta Nacional, presidido por los reyes Felipe VI y Letizia. El jefe del Ejecutivo acudió acompañado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, en medio de la tensión política por los casos de corrupción que afectan al PSOE y a su entorno más cercano.
Sánchez llega entre abucheos y críticas ciudadanas
El ambiente en el entorno del Paseo del Prado y la Plaza de Cánovas del Castillo estuvo marcado por una fuerte presencia ciudadana y una división visible entre aplausos y protestas, aunque predominó el sonido de los pitos y los gritos de rechazo al presidente del Gobierno.
Sánchez llegó en coche oficial, descendió del vehículo junto a Robles y fue recibido con abucheos que se intensificaron a su paso hacia la zona reservada para las autoridades.
Las protestas coinciden con el contexto de las investigaciones judiciales que salpican al Partido Socialista y a su entorno político, un tema que ha generado especial tensión en los últimos días y que ha sido aprovechado por la oposición para cuestionar la “moralidad” del Gobierno.
Los Reyes presiden el desfile militar
Minutos después, llegaron los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. El monarca, vestido con el uniforme de gala de la Armada, presidió la revista a las tropas, mientras que Letizia y sus hijas saludaban desde la tribuna.
La Princesa Leonor, en su primer desfile como alférez alumna del Ejército del Aire y del Espacio, lució el uniforme de gala militar. Su hermana, la Infanta Sofía, también asistió al acto tras dos años de ausencia, debido a que cursaba estudios en Gales.
Tras los honores militares y la interpretación del Himno Nacional, el rey Felipe VI pasó revista a las unidades y saludó a los miembros del Consejo de Ministros, entre los que no estaban presentes las titulares de Sanidad (Mónica García), Juventud e Infancia (Sira Rego), Igualdad (Ana Redondo) y Derechos Sociales y Agenda 2030 (Pablo Bustinduy), ausentes por viajes y motivos de agenda.
Un desfile con más de 3.800 efectivos
El desfile militar, uno de los más concurridos de los últimos años, contó con la participación de 3.847 militares, de los cuales 524 eran mujeres, así como 74 aeronaves y 162 vehículos motorizados.
El recorrido, de 1.540 metros, se extendió desde la glorieta de Carlos V, en Atocha, hasta la Plaza de Colón, repitiendo el itinerario del año anterior.
Miles de personas asistieron al acto, que transcurrió bajo un cielo despejado y una temperatura suave, propiciando una jornada de celebración en la capital.
Una celebración marcada por la tensión política
El Día de la Fiesta Nacional se ha celebrado este año en un clima político especialmente polarizado. La presencia del Gobierno en el acto ha sido objeto de críticas desde varios sectores, mientras la oposición, encabezada por Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, ha llamado a “celebrar lo que une a los españoles”.
La presidenta madrileña destacó que el 12 de octubre es un día para sentir orgullo de la historia y de la unidad nacional, en contraposición —dijo— a “quienes abren brechas entre los españoles”.
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, decidió no asistir a la tribuna de autoridades ni a la recepción en el Palacio Real, argumentando que no iba a “fingir normalidad con un Gobierno corrupto y peligroso”.
El mensaje de Sánchez en medio de los abucheos
A pesar de los pitos, Pedro Sánchez mantuvo la compostura durante su llegada y saludó a las autoridades presentes antes del inicio del desfile.
El presidente había felicitado horas antes el Día de la Fiesta Nacional con un mensaje en la red social X, en el que reivindicó el “orgullo de un país que se moviliza por los derechos sociales y las causas justas”.
Sin embargo, la recepción hostil que vivió a su llegada al acto refleja el malestar de parte de la ciudadanía y la tensión política creciente que atraviesa el Gobierno.